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Los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa exigieron a la Cámara de Diputados coadyuvar para esclarecer los hechos y ser más sensibles, “no queremos más mentiras”.

“Señores, yo no estudié, nunca había hablado en un micrófono, pero por un hijo uno es capaz de todo. Si yo hubiera visto lo que a mi hijo le estaba pasando hubiera preferido dar mi vida, pero que dejaran a mi hijo libre, por eso los invito a que hagan lo posible para saber la verdad”, dijo Nicanora García, madre de Saúl, uno de los estudiantes desaparecidos.

Ante la visita de los padres a la Cámara de Diputados, los legisladores se mantenían en silencio mientras la señora García González afirmó que como madre “no quiero estar aquí, quiero estar con mi familia”, pero también quiere justicia, la presentación con vida de su hijo de 18 años, a quien dejó de ver desde el 26 de septiembre de 2014, tras ser detenido y desaparecido en Iguala, Guerrero.

“Nosotros luchamos por la verdad, no por dinero, ni por un puesto, queremos la verdad, porque en la noche o al amanecer no sé si comió, si lo están golpeando, si está vivo o muerto. Yo no quiero que otra madre sufra lo mismo que estoy sufriendo, por eso les digo que nos ayuden a esclarecer el caso”, solicitó la madre.

“Nosotros no andaríamos de revoltosos, como dicen, si ya nos hubieran entregado a nuestros hijos; somos campesinos y tenemos dignidad. Sabemos que aunque sólo tenemos con lo que Dios nos bendice en la casa comemos, con lo que haya, pero que seamos felices con nuestros hijos”.

Ni uno de los diputados miró a Nicanora, salvo la ex subsecretaria de Población de la Secretaría de Gobernación y hermana del Subcomandante Marcos, la diputada Mercedes Guillén (PRI), quien escuchó atenta que el único delito que cometió Saúl fue querer un futuro mejor, prepararse para ayudar a su familia, y a los niños de la comunidad, porque en aquellos municipios de Guerrero no hay maestros.

“Un día me dijo: ‘Mami, yo voy a prepararme para maestro, voy a ir a la Escuela Normal de Ayotzinapa’. Yo le dije que no se fuera, pero respondió: ‘Sí, porque usted ha sufrido mucho y quiero compartir el estudio con los niños’, pero hasta ahora no hemos sabido nada de nuestros hijos”, expresó.

Tras limpiarse las lágrimas con un pañuelo blanco que le obsequió una de las edecanes del recinto legislativo, Nicanora les dijo a los integrantes de las comisiones de Ayotzinapa, Justicia, Gobernación, Derechos Humanos e Indígenas que la investigación de la PGR no es suficiente, por eso requieren del apoyo de expertos internacionales, como ya sucedió.

A los que, dijo, el gobierno federal no los dejó trabajar libres, “es una vergüenza que hayamos pedido ayuda de afuera, teniendo trabajadores aquí [México] que pueden hacer ese trabajo”.

En su intervención, el diputado independiente Manuel Clouthier agregó que los sucesos de Ayotzinapa dejan ver dos vertientes: la primera, que en México la verdad no coincide con la verdad oficial, como sucedió con la muerte de “mi padre [Maquío], como el asesinato de Colosio”, en este país, afirmó, cuando la verdad oficial no coincide con la realidad es porque se oculta algo.

“La segunda, estos hechos evidencian la violación de los derechos humanos, porque los testimonios reflejan que las fuerzas de seguridad estuvieron involucradas, por eso nadie quiere decir la verdad. Deberían de preguntarse: ‘¿Cómo te gustaría que te trataran las autoridades si fueras padre de uno de estos muchachos?’”, refirió.

Cinco minutos bastaron al estudiante normalista y sobreviviente Ernesto Guerrero Cano para cuestionar a los aproximadamente 30 diputados que estaban presentes, de los 130 que tenían que acudir, cuáles eran los motivos para que se les ataque durante sus manifestaciones, pues, dijo, no son un “peligro” para el país.

“El 26 de septiembre estábamos en Iguala y recordamos hasta el día de hoy los números de las patrullas que bajaron a nuestros compañeros del tercer camión Estrella de Oro. Nosotros sentimos las balas, las versiones dadas por las autoridades no las creemos por falta de pruebas, porque vivimos el momento. La petición es que aporten algo para esclarecer lo sucedido, no queremos más mentiras”, asentó.

Mientras que el señor Felipe Cruz señaló que es una falta de respeto que los diputados del PRI crean que son “tontos” al decir que la PGR tiene cientos de detenidos, cuando al único que han apresado es al ex edil de Iguala, José Luis Abarca, pero sobre todo, cuando a más de dos años el gobierno federal sigue insistiendo en “la verdad histórica”.

“Venimos a exigir a la Cámara de Diputados que se investigue a los altos mandos y que se deje retardar la investigación. Esperemos que no se nos cierren las puertas y que se nos escuche las veces que sean necesarias, así como cuando acuden a pedir el voto en las elecciones que hasta besan al pueblo”, aseveró mientras el diputado Francisco Martínez Neri (PRD) lo observaba.

El representante de los padres de los 43, Vidulfo Rosales, resaltó que el basurero de Cocula está rebasado, ya que según los expertos no se “explica el paradero de los estudiantes, eso debe quedar claro en la investigación”. Reconoció avances en el caso, pero agregó que no son suficientes para calmar las voces de los familiares de los normalistas.

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