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El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aceptó la inscripción de cinco monumentos históricos —los cuales datan de entre los siglos XVI al XIX— de este municipio en el Catálogo de Patrimonio Cultural del país.

El gobierno municipal informó que La Troje y las parroquias de San Francisco de Asís, Santa Bárbara Virgen Mártir, San Martín Obispo y San Sebastián Mártir fueron inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricos del INAH.

El actual gobierno municipal, que encabeza el alcalde Víctor Manuel Estrada Garibay, medallista olímpico en tae kwon do, solicitó al INAH la inscripción de 33 monumentos.

“Este valioso patrimonio yace en Izcalli toda vez que la localidad fue un importante territorio de paso, intercambio comercial y para la recolección de impuestos que daba la entrada a la Ciudad de México, contribuyendo al desarrollo de la región y el crecimiento de la Nueva España”, afirmó el gobierno local en un comunicado.

Tesoros culturales. La parroquia de Santa Bárbara, en el pueblo de Santa Bárbara Tlacatécpan, de estilo barroco, fue construida en el siglo XVII para facilitar la evangelización de los franciscanos del lugar.

Este monumento quedó inscrito en el catálogo con la clave I-15-00327, en el subtipo de inmueble de arquitectura religiosa.

“El inmueble alberga el retablo dedicado a la Virgen y otro sobre la vida de San Ignacio de Loyola. Xavier Moyssén, historiador mexicano del arte, enunció que ‘los principios dinámicos del barroco aparecen de manera rotunda en ellos’”, detalló el gobierno izcallense.

Agregó: “Por el tamaño de los retablos se presupone que fueron construidos para otra iglesia. A finales del siglo XVIII fue cambiada la decoración interior de la iglesia del noviciado, lo cual responde al hecho de que se dio la renovación artística que originó el neoclasicismo”.

La parroquia de San Francisco de Asís, localizada en el pueblo de Tepojaco, fue construida en el siglo XVII y también forma parte del citado catálogo, con la clave 2HMO00006936.

El templo fue construido por la orden franciscana en Tepojaco, en ese entonces perteneciente a Tepotzotlán, que junto con Cuautitlán fueron los primeros pueblos evangelizados de esta región del país.

Cronistas relatan que la iglesia se construyó sobre una pirámide, además de que el atrio fue usado como cementerio y en alguna ocasión el templo se incendió y cayó la techumbre.

“Contiene un altar de rica expresión ornamental, así como su fachada de estilo clásico, representación de estilo austero propio de los franciscanos”, destacó el gobierno izcallense.

Autoridades impulsan el proyecto de Corredor Turístico Cultural de Cuautitlán Izcalli, una propuesta patrimonial y turística para atraer visitantes.

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