Organizaciones de familiares de personas desaparecidas exigieron que se ponga nombre y apellido a los restos óseos de 12 personas hallados en una lumbrera del barrio San Bartolo el Bajo de la cabecera de este municipio, utilizada como fosa clandestina.

Monserrath Gheno, de la Red Retoño y Cauce Ciudadano, informó que diversas organizaciones presentarán una denuncia penal por presuntas irregularidades en el rescate de los restos óseos y otras evidencias halladas en la fosa clandestina de Huehuetoca, además de exigir el esclarecimiento de los hechos.

Alicia Trejo, del colectivo Deudos y Defensores por la Dignidad de Nuestros Desaparecidos, pidió el pasado 17 de agosto a la Procuraduría mexiquense que los restos sean identificados y que tengan “un nombre y apellido”.

La mujer es madre de un joven desaparecido en el Distrito Federal, pero cuya desaparición está vinculada al estado de México.

“Para nosotros, como madres, porque la mayoría lo somos, no queremos encontrar a nuestros seres queridos aquí, pero queremos tener la seguridad de que no sean ellos, de que tengamos esa certeza de que la autoridad va a hacer un trabajo consciente, que no nos den atole con el dedo como siempre, porque nos dicen que hay un protocolo a seguir, dónde está el protocolo, dónde está la autoridad que trabajó ese día, queremos respuestas, queremos la seguridad de saber cuántos cuerpos sacaron de aquí y a quiénes corresponden”, reiteró.

Habitantes del barrio San Bartolo relataron que personal de la Procuraduría de Justicia trabaja en la lumbrera donde fueron hallados los restos, aunque ampliaron el perímetro resguardado y ya no se percatan si continúan sacando bolsas con huesos y otros objetos.

Uno de los colonos mencionó que hace aproximadamente un año se percató de olor a perro muerto en la zona y ubicó que provenía de la lumbrera, pero pensó que era algún animal muerto.

“Me decía mi mamá ‘huele muy feo en las vías, deberías ir a echarle cal a los perros’, por ahí pasaba. Ahí voy con la cal y mi palita para echarle al perro, pero no encontré nada. Le digo ‘no, no hay nada’. ‘Es que huele muy feo’. ‘Ya me metí abajo del tanque pero no encontré nada’. Pero sí olía muy feo, en la noche olía más. De dónde saldrá ese olor tan feo, nos acercamos a lo que es el pozo y ahí era. Sí vinieron los bomberos, checaron ahí, pero no se metieron. Para eso se necesita equipo, pero no lo traían. Ya de ahí, hasta que llegaron los señores a limpiar”, relató.

Agregó que en el sito está la estación del ferrocarril que llega a Laredo y “las hamacas”, uno de los cuartos del lugar, era utilizado como refugio de migrantes, quienes dormían en el sitio durante su estancia en Huehuetoca.

Mencionó que los migrantes continúan llegando al municipio, pero en número menor al de antes y la mayoría sólo pasa, se quedan una noche en la Casa del Migrante y continúan su camino hacia el norte del país.

Afirmó que actualmente se dificulta que suban al ferrocarril, pues vigilantes a bordo de vehículos detienen el tren para bajar a los polizones.

Aseguró que nunca imaginó que el pozo de 30 metros fuera utilizado como fosa clandestina.

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