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Miembros del Ejercito Mexicano e integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco estuvieron a punto de enfrentarse en tierras ejidales de la comunidad de Nexquipáyac, a donde los militares escoltaron a topógrafos y técnicos que realizaban mediciones en las parcelas de los campesinos para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Un convoy de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), conformado por ocho elementos, ingresó en un vehículo militar, cerca del mediodía de ayer, a la parte poniente del ejido de San Salvador Atenco para custodiar a personal de una empresa que participa en el proyecto aeroportuario.

El lunes, topógrafos y técnicos de una constructora fueron corridos por integrantes del FPDT porque estaban de manera ilegal en sus tierras y les advirtieron que no permitirán la presencia de gente extraña que pretenda realizar alguna acción para la construcción del NAICM.

Este martes, aparentemente los mismos empleados regresaron a la zona, pero ahora en compañía de militares armados, para continuar con sus labores de medición de los terrenos.

Los campesinos se percataron de la incursión en sus tierras ejidales y les hicieron frente. Formaron una valla humana para impedir que los miembros de las fuerzas castrenses y los trabajadores siguieran avanzando.

Los militares bajaron del vehículo y con sus armas les apuntaron a los ejidatarios, quienes llevaban consigo machetes. Los campesinos se mantuvieron firmes, por lo que los soldados y los empleados de la empresa privada optaron por retirarse. Sólo intercambiaron agresiones verbales.

Los miembros del movimiento campesino que evitaron la edificación de la terminal aérea en el sexenio del ex presidente Vicente Fox, conformaron brigadas de vigilancia en sus ejidos para no permitir el ingreso de empleados de empresas constructoras que participan en el nuevo proyecto aeroportuario.

Los campesinos mantendrán grupos en los cerros de Huatepec y Tepezingo, desde donde se puede ver toda esa zona del ex Lago de Texcoco.

“ésta es una acción desesperada del gobierno federal ante el poco avance que han podido tener en las obras y la gestión para construir este megaproyecto, ya que seguimos en pie de lucha porque es nuestro legítimo derecho defender y preservar el territorio que pertenece a los pueblos originarios”, dijo Ignacio del Valle, líder del FPDT.

Los campesinos que participaron en el movimiento social durante el gobierno de Fox anticiparon que no cejarán en su lucha por defender sus tierras.

“Los pueblos ni fuimos notificados de la construcción de ese aeropuerto ni tienen nuestro consentimiento. En 2001 defendimos nuestra tierra y ahora lo volveremos a hacer porque la construcción de un aeropuerto significa la muerte de nuestros pueblos, su estructura social y nuestras costumbres y tradiciones”, dijo otro líder del FPDT.

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