Más Información
fanny.ruiz@eluniversal.com.mx
Vecinos de la delegación Xochimilco aprovechan la soledad de las calles que hay durante la noche para tirar su basura en las banquetas del centro.
Este diario constató que a bordo de sus vehículos, algunas personas se acercan al centro para deshacerse de sus desperdicios, en bolsas de plástico.
Se estacionan a un costado de la banqueta y se dan prisa a desempacar las bolsas que llevan en su cajuela.
Algunos colocan el desperdicio en los pequeños contenedores de basura que están a lo largo de la avenida Guadalupe I. Ramírez —pensados para los peatones que a diario pasan por la zona—. No les importa si los botes están llenos y las bolsas caen al suelo, rápidamente abordan sus vehículos y se marchan.
Al no haber vigilancia, la zona céntrica de Xochimilco la banqueta se vuelve una especie de basurero clandestino.
Tras realizar un recorrido, EL UNIVERSAL detectó al menos cinco puntos en los que la basura invade las banquetas. Se trata de bolsas de diferentes tamaños y con desperdicio orgánico (como restos de comida) e inorgánico (como botellas de vidrio, plástico y empaques de cartón).
En algunos casos, el desperdicio se expande hasta la vialidad pues los perritos que fueron abandonados por sus dueños en la calle rompieron las bolsas en su búsqueda de alimento.
Quienes habitan cerca de Guadalupe I. Ramírez desconocen desde cuándo sus vecinos dejan la basura frente a sus viviendas, frente a comercios o a un costado de parabuses.
No los han podido detectar ya que los responsables del basurero tardan pocos segundos en abandonar sus desechos y se marchan antes de ser detectados.
Desde el martes pasado el Estado de México dejó de recibir la basura de la Ciudad de México: alrededor de 8 mil toneladas diarias. Los deshechos se depositaban en cuatro rellenos sanitarios.
Tras este anuncio se acordó que, de manera momentánea, entre mil 500 y mil 800 toneladas de residuos de la capital serán enviadas al relleno sanitario “La Perseverancia”, situado en el estado de Morelos.
