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Dos de los detenidos por el multihomicidio perpetrado en la colonia Narvarte el 31 de julio de 2015 declararon haber sido coaccionados y se retractaron de las primeras declaraciones sobre lo ocurrido hace seis meses.

Al ampliar su declaración, en diciembre pasado, Abraham Torres Tranquilino aseguró que fue golpeado y amenazado al firmar su declaración ministerial, por lo que ahora se abrirá una nueva investigación para determinar la situación de tortura.

“Daniel Pacheco dijo que había sido coaccionado por las autoridades, por lo que la Comisión de Derechos Humanos local aplicó el protocolo de Estambul, pero determinó que no recibió tortura. El 14 de diciembre, Abraham amplió su declaración y dijo que también fue coaccionado a firmar su declaración, por lo que ahora será necesario investigar esas acusaciones”, dijo a EL UNIVERSAL, Leopoldo Maldonado, abogado de la familia de Rubén Espinosa.

A seis meses de la masacre donde fueron asesinados Alejandra Negrete, Mile Virginia, Yesenia Quiroz, Nadia Vera y el fotográfo Rubén Espinosa, no se ha esclarecido el móvil, ni se han profundizado los elementos de prueba que los abogados solicitaron, “no se ha esclarecido nada”, dijo el litigante.

“Desde septiembre hemos solicitado diligencias y presentado pruebas para resolver el caso, pero hay una negativa a lo que se está pidiendo, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México se ha negado a precisar que ocurrió”, denunció el abogado.

Entre las diligencias que los abogados de Rubén Espinosa y Nadia Vera solicitan a la Procuraduría capitalina, está que se determine qué pasó dentro del departamento, cuál fue la mecánica de los hechos, el orden de la secuencia de los homicidios y por quién iban. Además de las sábanas de llamadas para determinar la geolocalización de los teléfonos celulares luego de que se perpetró el homicidio.

“También requerimos los estudios periciales en genética forense para determinar de quién es el ADN masculino que se encontró en el pelapapas con el que se atacó a una de las víctimas, en las cuerdas con las que estrangularon a dos de ellas. Hemos señalado que de las pruebas de ADN realizadas, arrojan grupos genéticos por lo menos otro sujeto masculino, que no ha sido identificado”, comentó a este diario.

Las pruebas de dactiloscopía que se realizaron en toda la escena del crimen fueron contaminadas por el comandante de la Policía de Investigación, quien fue de los primeros en ingresar al inmueble; sin embargo, hay otras señales de que hubo por lo menos otra persona el día del multihomicidio dentro del departamento 401 de la calle Luz Saviñón, en la colonia Narvarte, delegación Benito Juárez.

“Esto demuestra la falta de protocolos para una efectiva cadena de custodia y puede repercutir en las investigaciones del caso. También pasó cuando encontraron evidencia fundamental como bolsas con droga, memorias USB, computadoras, dos días después del homicidio”, dijo Leopoldo Maldonado.

Sobre el caso, el pasado 25 de enero, una Juez penal decretó el cierre de los plazos para presentar pruebas en el caso de Daniel Pacheco y Abraham Torres, por lo que el Ministerio Público y la defensa tiene 30 días para presentar conclusiones del caso y será en dos o tres meses cuando reciban sentencia. En el caso de Omar Martínez, no se puede cerrar el caso hasta que no se resuelva el amparo que interpuso contra el auto de formal prisión, dictado el pasado 18 de septiembre.

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