Por 10 años la Alameda Central de la Ciudad de México estuvo resguardada por la Policía Charra, quienes vigilaban la zona y apoyaban a los turistas nacionales y extranjeros. Montados en su caballo y portando el tradicional traje, adaptado con el logotipo de la Secretaría de Seguridad Pública local, decenas de policías resguardaban el parque con el fin de inhibir el delito contra los capitalinos y los turistas.

Este grupo fue creado en 2002 y estaba conformado por 40 elementos y 30 caballos, quienes fueron capacitados en técnicas policiales, legislación, historia, aspectos turísticos, así como conocimientos del idioma inglés; pero en 2012 el grupo fue retirado cuando comenzó la renovación del área verde.

“Debido a que montaban a caballo era difícil que la gente se acercara, la herraduras dañaban el piso y las heces daban mala imagen al turismo; después de que se remodeló [la Alameda] se planeó mejor la estructuración de la policía turística”, explicó la comandante Guadalupe López, quién hoy encabeza este sector.

Daniel Escotto, ex coordinador de la Autoridad del Espacio Público de la Ciudad de México en la época de Marcelo Ebrard, explicó que el remozamiento del jardín tuvo un costo de 240 millones de pesos y se realizó en 2012, pero que fue antes de comenzar los trabajos cuando la SSP local retiró a los policías a caballo.

¿Y qué pasó con los policías charros?
¿Y qué pasó con los policías charros?

“Cuando nosotros cerramos la Alameda para comenzar los trabajos, la Policía Montada ya no estaba, al parecer se había definido antes, no se solicitó que se retiraran; el material que hay en la Alameda Central es mármol de Santo Tomás, como en el Metro, y es posible que con el peso de los caballos y las herraduras lo dañen, pero no se fueron por eso”, explicó.

Antes de la rehabilitación, los paseantes señalaban que las heces fecales eran un problema para circular en la zona, aunado al mal olor, pero también aseguran que la Policía Charra no brindaba gran apoyo, pues al estar montados a caballo, dificultaba la búsqueda de los ladrones.

“Una vez unos chavitos me asaltaron aquí y se fueron corriendo, tuve que caminar entre el excremento de los caballos para pedir apoyo a unos policías y no me pudieron ayudar; se veían muy bonitos, pero no ayudaban en nada”, dijo la señora Esther, quien todos los días desde hace 15 años se pasea en la Alameda Central a la hora de la comida.

Tras la reinaguración de la Alameda Central, las autoridades reforzaron la seguridad de la zona para abatir robos de teléfonos celulares, cámaras y otros objetos que los paseantes portaban a la vista.

¿Y qué pasó con los policías charros?
¿Y qué pasó con los policías charros?

Reestructuran agrupación

En febrero de 2014 alrededor de 100 elementos recién egresados del Instituto Técnico de Formación Policial, la SSP local retomó el agrupamiento de Policía Turística, especializada en atender a los visitantes nacionales y extranjeros, la cual comenzó sus tareas de vigilancia en calles del Centro Histórico.

El titular de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, que en ese entonces era Jesús Rodríguez Almeida, refirió que los policías turísticos adquirieron conocimientos con la habilidad para tratar al público en general y en especial en el trato y orientación al turista, adicionalmente se les dio capacitación con las Secretarías de Turismo Federal y local.

Los 100 policías recibieron capacitación legal y cursos de inglés básico, además, un grupo viajó a Argentina a la reunión de policías turísticas para su actualización.

Tras llegar la policía turística a pie consideran que la situación de inseguridad ha cambiado y la presencia policial genera mayor confianza para caminar en la zona. Hoy en día hay 600 policías que resguardan el primer cuadro de la Ciudad de México apoyando a los turistas que llegan a la zona, también tienen labores como el apoyar a las personas de la tercera edad, dar vialidad, dar el cruce a peatones.

¿Y qué pasó con los policías charros?
¿Y qué pasó con los policías charros?

“La policía turística estamos establecidos en puntos estratégicos del corazón de la Ciudad de México como son los corredores, apoyamos tanto al turista nacional como al turista extranjero, es muy importante el turismo para el país, por eso es importante que los visitantes se vaya con una buena imagen de la capital”, explicó Guadalupe López.

Los uniformados que se ubican en el primer cuadro de la Ciudad y hacen guardias de 24 horas todos los días; están completamente preparados para atender a los visitantes, tanto culturalmente como en idiomas, pues la mayoría tiene 80% de inglés, pero además hablan francés y otros idiomas o lenguas como el náhuatl.

“Con estos conocimientos los turistas pueden tener un mejor dialogo y orientación para su recorrido en la capital, me gustaría resaltar que hay un compañero que se sabe toda la historia de los monumentos de centro y también otro que habla náhuatl”, dijo la comandante.

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