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El gobierno de la Ciudad de México le apuesta a reproducir la planta de termovalorización que se encuentra en esta localidad al norte de Francia, pero se estima que procese tres veces más la cantidad de basura que aquí se incinera diariamente, para resolver uno de los principales problemas de la Ciudad.

La empresa Veolia será la encargada de la construcción la cual, de acuerdo con el proyecto inicial, comenzará a edificarse en la zona del Bordo Poniente a finales de este año y tardará tres y medio años más para que comiencen a operar y a tratar las cuatro mil 500 toneladas de desechos que se tienen contemplados.

Se trata de un contrato de Pago por Prestación de Servicios (PPS), en el cual la compañía francesa invertirá alrededor de 11 mil millones de pesos y cobrará, una vez que la haya concluido, dos mil 900 millones de pesos anuales durante 30 años, lapso en el que brindará energía eléctrica a toda la red del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

La planta en esta localidad está asentada en una extensión de 3.5 hectáreas y en ella laboran 55 personas. Todo el procedimiento de la incineración de la basura para generar la energía se realiza desde un centro de control. De acuerdo con Paolo Rossi, director de operaciones de la compañía, en 2002 llevaron a cabo un proceso de renovación que tuvo un costo de 145 millones de Euros, para cumplir con las normas ambientales europeas, las cuales, según él, superan por mucho.

Para ellos, todo proceso de la basura es reutilizable, incluso, la ceniza que se produce al final la venden a empresas que realizan trabajos de asfalto en ese Francia.

Veolia opera 63 plantas de termovalorización en todo el mundo y tiene la suficiente capacidad para procesar 10. 4 millones de toneladas de basura al año. Destacan que signaron un contrato con el gobierno francés para llevar a cabo el descongelamiento de submarinos nucleares.

“A nivel de ubicación geográfica estamos en todo el mundo, en Francia, Europa y Latinoamérica, operando la planta de Buenos Aires, Argentina. Se generan alrededor de mil millones anuales de euros de facturación y se cuenta con 11 mil empleados”, precisa Paolo Rossi, el encargado de dar el tour de las 16:00 horas, tiempo local, por la planta, por consiguiente, no registró mucho movimiento, pues la basura llega principalmente por la mañana.

La planta de esta localidad fue construida en coparticipación por la metrópoli de Lille, la cual agrupa a 90 municipios de la región y que se ven beneficiados con la planta. Además de que se encarga de todo el proceso de recolección de basura de la zona, a diferencia de la Ciudad de México.

Michel Lipilliet, director de manejo de Residuos de Sólidos de la Metrópoli de Lille, dice que la apuesta principal debe ser a la implementación de un programa educativo para que la gente entienda la problemática real de la basura e incentivar el proceso de separación de los desechos mismos desde el hogar.

Sobre las oposiciones que se han presentado en la capital del país, en torno a la construcción de esta planta, dice que es natural, pues nadie quiere tener una planta de procesamiento cerca de su casa, pero se debe ser transparente y dar a conocer toda la información referente al proceso.

“Hay que trabajar en explicar lo que hacemos y sensibilizar a la población, también se deben hacer animaciones pedagógicas en escuelas, asociaciones y ayuntamientos. Las plantas están equipado en un servicio físico que no genera problemas de ruidos ni de malos olores”.

Explica que lo único que no se utiliza del proceso de la termovalorización es el humo que se genera en las calderas, pero que se trabaja ya en encontrar los mecanismos para la captura de todo los materiales que se emiten.

Garantizada la operación. Pese al proceso electoral que está en puerta y el posible cambio de partido en el gobierno de la Ciudad de México, el director de Innovación Tecnológica para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos, Carlos Morales, asegura que está garantizada la operación de la planta en la capital del país en una extensión de siete hectáreas en el Bordo Poniente.

Incluso, asegura que el proceso de contratación no representa ningún riesgo para la propia administración capitalina, pues será hasta dentro de tres años, cuando esté operando, cuando se le comience a pagar por el tratamiento de los desechos. De los dos mil 900 millones, se contempla que mil lo haga el gobierno central y el resto vendrá parte del presupuesto del propio Metro.

“Hay que destacar el beneficio ambiental, la reducción de las emisiones de gas invernadero, se va a tener una autonomía de gestión, además de beneficios en la salud de los capitalinos”, establece el funcionario del gobierno central que también forma parte de la comitiva que visita esta planta en Lille.

Dice que los tiempos de construcción van de acuerdo a lo planeado y ahora se encuentra dentro el proceso de elaboración del estudio de impacto ambiental, mismo que deberá entregarse y aprobarse en un plazo de seis meses para posteriormente dar a paso a la construcción de la planta de tratamiento de basura, bajo el proceso de termovalorización, más grande de Latinoamérica.

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