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La polémica estuvo presente, pero a diferencia de las dos sesiones anteriores, los diputados de la Asamblea Constituyente se enfocaron por siete horas al trabajo legislativo, obligados también porque era el último día para aprobar su Reglamento Interno.
La sesión arrancó a las 12:40 horas, entre afirmaciones de que el documento combate vicios del trabajo parlamentario actual, sobre todo para “romper los bloques partidistas.
En la Constituyente, los 100 diputados se podrán agrupar según su afinidad con algún partido o de otro tipo, sobre todo por la presencia de 12 legisladores designados por el Presidente y el jefe de Gobierno, que en su mayoría no militan en algún instituto político.
Sin embargo, Ismael Figueroa, diputado independiente y líder del sindicato local de bomberos, advirtió que “tenemos que cambiar la visión de la partidocracia”.
La siguiente queja llegó con el coordinador de los diputados de Morena, Bernardo Bátiz, quien reavivó la polémica de las dos sesiones anteriores: que sus compañeros están en contra de que haya 40 legisladores designados por el Congreso de la Unión y los Ejecutivos federal y local, pues todos deberían ser electos.
Utilizó la frase “Nos faltan 43”, relacionada con los normalistas desaparecidos en Oaxaca desde hace dos años y dijo que en la Constituyente “nos sobran 40”.
El propio Figueroa se lanzó contra los morenistas. Dijo que hacer alusión de esa forma a los estudiantes de Ayotzinapa “es un insulto para todos los mexicanos”. Al final el reglamento fue aprobado sin mayores complicaciones, las discusiones fueron menores que en la instalación y la primera sesión, por lo que esta reunión fue un parámetro para ver que los diputados no se enfocaran sólo en pelear.
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