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La Policía Federal, en colaboración con elementos de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Trata de Personas de la procuraduría capitalina, irrumpieron el pasado fin de semana en un bar ubicado en las inmediaciones de la colonia Merced, donde supuestamente obligaban a prostituir a nueve mujeres, quienes recibían apenas 100 pesos por la actividad sexual que ejercían con clientes.

Las mujeres, todas de origen mexicano, manifestaron a la autoridad que tenía más de seis meses trabajando en el lugar donde, además de “trabajar” para que el cliente siguiera bebiendo, si este deseaba sostener relaciones sexuales con alguna de las ofendidas, se pagaba entre doscientos y trescientos pesos para que la mujer pudiera salir del negocio, esta cantidad era independientemente de lo que cada una cobrara por ejercer el sexo servicio.

A manera de intimidación, Humberto “N”, quien se identificó como encargado del lugar, indicaba a las víctimas que si llegaba a ver un operativo, debían manifestar que eran clientas y que no trabajaban en el bar, y que si rendían alguna declaración, al momento de ser llamadas por el juzgado, tenían que retractarse de la información que habían proporcionado, pues el tenía todos sus datos y sabían en donde vivían.

En la averiguación previa, cuyo desglose fue recibido en la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Trata de Personas, quedó asentado que en el establecimiento mercantil, ubicado en la esquina de avenida Circunvalación y callejón Carretones, colonia Merced, delegación Cuauhtémoc, mediante la compra-venta de bebidas alcohólicas, a los clientes se les otorgaba el derecho de poder abrazar, besar y realizar tocamientos de índole sexual a las agraviadas.

Tras el aseguramiento y puesta a disposición de Humberto “N”, encargado del establecimiento, las denunciantes lo reconocieron, por lo que fue consignado.

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