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El juez séptimo de lo penal giró orden de aprehensión en contra de Leopoldo Rafael Duarte, imputado en el caso del Colegio Montessori Matatena, a quien cinco madres señalan como el responsable del abuso sexual que vivieron alumnos del plantel educativo; sin embargo, la defensa del inculpado dijo que la orden de arresto no tiene sustento legal, pues la propia procuraduría capitalina descartó en una primera instancia, con base en los exámenes periciales, que los niños no presentaban signos de abuso físico o sicológico.

Según el expediente del caso, el juez valoró más de 60 pruebas, pero los estudios en sicología que realizaron peritos de la procuraduría capitalina fueron determinantes para confirmar que tres menores de edad habían sido víctimas de abuso sexual y uno más de abuso sicológico, con este argumento, el 5 de mayo el Ministerio Público de la Fiscalía de Delitos Sexuales consignó el expediente sin detenido y este martes el juez penal consideró que había pruebas suficientes para ordenar la detención de Duarte Perea.

Con esta disposición judicial serán los elementos de la procuraduría los encargados de presentar ante la autoridad correspondiente al imputado, en este sentido Álvaro Carrillo, abogado de Leopoldo Rafael; señaló que su cliente no está evadiendo a la justicia, pero que está en “buen resguardo”, al tiempo que se preparan, por si es detenido, ya que debido a que el delito es grave no existe amparo.

A decir del litigante, el expediente que llegó al juzgado podría causar in dubio pro reo o duda, ya que en primera instancia los exámenes médicos de peritos especialistas que practicó la procuraduría a los menores resultaron negativos y después, en el segundo examen, sólo dos de los menores salieron positivos, mostrando con esto inconsistencias en la investigación, además de que esto generará “duda” a los juzgados y, según este principio, la resolución será favorable al imputado.

En este sentido, indicó que su cliente siempre ha estado a disposición de las autoridades y en todo momento se ha declarado inocente, incluso, solicitaron una inspección al inmueble donde supuestamente ocurrieron los hechos con la finalidad de demostrar que las cosas tal como la narran los padres y menores afectados, no pudieron suceder, pues el espacio es muy pequeño y no hay probabilidad de que un grupo de cuatro o cinco niños se aleje de las maestras a cargo.

Resaltó que los niños están siendo sometidos a mucho estrés y presión, ya que cada diligencia dura entre tres y cuatro horas y les hacen de 200 a 250 preguntas; sin embargo, dijo confiar en las instituciones, quienes al final del día pueden resolver y esclarecer esta situación.

El abogado reveló que en los segundos exámenes practicados los niños mostraron signos de miedo, pero aclaró que este sentimiento no significa que hayan sufrido algún abuso.

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