La elegancia es la misma, pero los espacios amplios e iluminados, así como los detalles en la decoración hicieron que The Palm, steak & lobster house, se convirtiera en un lugar más cálido. En las paredes conservaron las caricaturas más icónicas, aunque agregaron nuevas propuestas. Y en el menú, el chef ejecutivo, José Luis Sánchez, agregó alrededor de 20 platillos nuevos sin cambiar las generosas porciones que han caracterizado a este restaurante. Entre los sabores que destacan en esta nueva temporada están los de una gran variedad de ensaladas y de diferentes tipos de pescado, como el pez espada con relish de jitomate y aceituna negra; robalo al sartén con espinacas al vapor y salsa de mango; black grouper con ejotes spicy y salsa de limón-albahaca; halibut rostizado con verduras al curry y arroz jazmín, y monk fish envuelto en tocino Applewood sobre salsa de mostaza y alcaparra, entre otros. Se integraron dos hamburguesas: la de wagyu, y la Bunless Burger, la cual se elabora con hongos silvestres, espárragos y queso gouda. El cocinero también agregó el linguine a la marinara con langosta y un mac & cheese con langosta, entre otras delicias. Para complementar la comida, en el área de bebidas, los expertos añadieron una selección especial de vinos, mixología y más de 70 etiquetas de whisky.

La fiesta

Durante la presentación de la nueva imagen del restaurante, Jeff Phillips, chief operating officer de Palm Restaurant Group; Julien Debarle, director de operaciones del hotel Presidente InterContinental Polanco, e Isabel Azpiri, directora de relaciones públicas y comunicación de Grupo Presidente, recordaron a los asistentes que este concepto llegó a México hace dos décadas gracias a la alianza entre Grupo Presidente y Palm Management Corporation. Debarle presentó a los equipos de gastronomía, bebidas y servicio, agradeció la presencia de los asistentes y mencionó que la inversión fue de un millón de dólares “para hacer este ambiente más contemporáneo, más fresco, pero sin dejar de sentirnos en The Palm.”

La remodelación de los espacios tardó cerca de tres meses y estuvo a cargo de un despacho mexicano de diseño e interiorismo, llamado Mob, liderado por Jesús Irizar. Este equipo renovó la estructura del restaurante y cambió por completo tanto el mobiliario, como la decoración. De manera que ahora el lugar incluye tres salones para 20 o 30 personas, la cava con espacio para 14 asistentes, y la terraza para 120 invitados, aunque se puede dividir en secciones.

Cabe recordar que en México el restaurante se inauguró en abril de 1996 y en julio de 2012 inició operaciones la sucursal de Santa Fe; sin embargo, su respaldo es la tradición del The Palm que abrió sus puertas en 1926 en Nueva York. Sus creadores fueron John Ganzi y Pio Bozzi, dos inmigrantes llegados desde Parma, Italia. Las siguientes generaciones agregaron a la carta las famosas langostas para convertir el lugar, desde entonces, en un mar y tierra.

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