Con motivo del Festival Ribera del Duero que celebra La Europea durante el mes de marzo, Vicente Peñalba, de Finca Torremilanos, visitó nuestro país para platicar de las novedades de esta bodega. “El proyecto se fundó en 1913; es decir, tenemos ya bastantes años de historia. Somos una bodega familiar y nos enfocamos a elaborar vinos con nuestras propias uvas,”explica en entrevista durante la cata maridaje en dupla con platillos del restaurante Raíz, en Polanco.
Las particularidades de esta bodega —que destaca en la DO Ribera del Duero—son sus prácticas ecológicas y biodinámicas. “Somos una bodega pionera en esta zona,”enfatiza Vicente al respecto, pues desde la cosecha 2015 se diferenciaron como uno de los únicos productores biodinámicos en la región. “Utilizamos elementos naturales en nuestras prácticas agrarias y se hacen diferentes preparados naturales que se aplican al viñedo en diferentes momentos del año. Nos basamos en la idea de crear una biodiversidad dentro de lo que es la finca y, en específico, en el viñedo. No queremos que sea únicamente vid sino que éstas convivan con diferentes vegetales y plantas.” Dos de sus etiquetas ejemplifican el compromiso de esta bodega por el camino de la diferenciación con respecto al resto de la denominación de origen, una de las más tradicionales en cuanto a winemaking del terruño español. “Nuestro rosado se elabora con el perfil que se había manejado en Ribera del Duero desde siempre,”explica Peñalba acerca de su Montecastrillo Rosado, un fermantado de color rojizo hacia el granate, un color atípico en este tipo de caldos. “Al día de hoy hay una tendencia de rosados hacia el salmón y piel de cebolla, que tienen que ver más con una moda en cuanto al consumo del rosado y no con lo que es auténtico de cada zona.” Por otro lado, la Cava Peñalba López Brut es la única que se elabora en Ribera del Duero. “Es una excepción pues nuestra bodega lleva elaborándola desde 1978, desde antes que se fundara y regularizara la DO de Cava, allá por los años ochenta. Es un producto que parte de la Macabeo, sin azúcar añadido durante la elaboración y con 18 meses de crianza,”puntualiza Vicente, ¡Qué sería del mundo sin las alegres excepciones!

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