Más de 600 comensales y las creaciones de 24 paelleros fueron la esencia del reciente Festival de las Paellas del Hotel Elcano, que el pasado 28 de mayo llegó a su vigésima edición, reafirmándose como la fiesta gastronómica de más larga historia en el puerto de Acapulco, como advierte Lucy Guillén, directora de relaciones públicas de este hotel en cuyas playas se desarrolla este encuentro ya tradicional, con la participación en los fogones de restauranteros, cocineros aficionados y personalidades del espectáculo y la industria hotelera.

"Cada edición ha tenido un carácter y un significado muy especiales. Siempre pensamos en que hay cosas que mejorar, como es natural cuando te exiges como organizador. Sin embargo estamos muy contento de que ya hayamos alcanzado un límite ideal de capacidad de comensales, y la verdad no es nuestro objetivo crecer, al menos en ese punto. Podemos recibir más paelleros, hasta 30, como ya ha sucedido en otras versiones; pero en el caso de los asistentes, estamos en el punto óptimo. Nos complace que la gente espere año con año este festival. Es un momento esperado para quienes gustan de este tipo de celebraciones playeras", resalta.

Paellas como "La Golfera", de Juan Legarreta; "La Usurpadora", de Gaby Spanic; "¿Qué hay de comer?", de Omar Fierro; "Casa Loredo", de Andrés Calderón Loredo; y "Negrita", de Emilio Sevilla, entre otras, formaron parte del vasto repertorio arrocero que el público disfrutó; sin faltar la paella preparada por los cocineros del hotel, bajo la guía del chef ejecutivo Jorge Pereiro.

"No es un concurso de cocina. Es una reunión de amigos amantes de la gastronomía; pero sobre todo de amigos de la convivencia, del encuentro fraternal en torno a la mesa. Es también la oportunidad de oportunidad de presumir ante los mexicanos y gente de otras partes del mundo la gran riqueza de productos que tiene este país, tanto de mar como de campo, sin faltar desde luego los excelentes aceites de oliva y los grandes vinos que cada vez van ganando más presencia y que desde luego son parte esencial de nuestra propuesta en este festival y en todas nuestras actividades a lo largo del año", Pereiro.

"El cereal más consumido en el mundo", como advierte Pereiro, es el elemento central de un juego culinario con pescados y mariscos, cordero, hongos; solo por mencionar algunos de los muchos ingredientes previstos en las canastas de los participantes.

"Cada cocinero realiza su platillo a su modo muy particular, con su estilo muy propio. Lo más importante de todo es la convivencia en torno a esta celebración, y que reúne a gente de todos los segmentos, no solo de la gastronomía. Es un festejo que ya se ha vuelto una tradición en el hotel Elcano. Todas las paellas se preparan con carbón, lo cual desde luego le da un sabor muy especial", precisa Pereiro.

Agrega que más hablar de la cocina de las paellas, debemos enfocarnos a resaltar la cocina de los arroces, que resulta mucho más universal y que engloba expresiones como los platillos preparados con este cereal en México. "Las paellas enmarcan algunos platillos característicos; sin embargo la cocina de los arroces es más amplia y en ese sentido países como México cuentan con preparaciones muy representativas. De alguna manera, este festival es también es una exaltación de ese patrimonio universal, del manifiesto de la riqueza y la imaginación de diversas culturas".

Resalta que la presencia del vino en este festejo es un elemento primordial para la exaltación de los sabores. "Pocos platillos como la paella tienen un maridaje tan amplio y versátil con el vino. Blancos, tintos, rosados son la oportunidad de abrir aún las deliciosas sensaciones que provocan las paellas. Es en verdad un gusto que el vino esté calando cada vez más en la sociedad mexicana, y que la industria vinícola nacional cobre más fuerza con cada vez mejores vinos que están ganando el reconocimiento internacional".

"Nos interesa asimismo ponderar desde nuestro espacio la gran riqueza de México, en general, y de Guerrero, en particular, en lo que se refiere a productos alimenticios: verduras, pescados y mariscos, hierbas. Esta fiesta es una expresión viva de este patrimonio: hay paelleros que prefieren preparar su platillo con caldo de percebes, especie que puede encontrarse aquí y hasta las costas de Zihuatanejo; o el huachinango, el camarón y la gran variedad de chiles que se cultivan en la región", puntualiza Pereiro.

Google News

Noticias según tus intereses