El PAN ha sido la voz más clara en la lucha sobre los derechos de la mujer y lo volvimos a confirmar cuando nuestra senadora Kenia López Rabadán, fue la primera en presentar una iniciativa de ley para que en todo el país la paridad de género fuera obligatoria, en los diversos órdenes de gobierno y en organismos autónomos.

Su aprobación por unanimidad en el pleno del senado, fue un hecho histórico indiscutible y un gran paso en la deuda histórica que teníamos todos con la igualdad de género. En lo sustantivo y fundamental esta ley establece la obligatoriedad del “principio de paridad de género” en la integración de los Poderes de la Unión, es decir, en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Y aún más: con esta reforma también se busca crear el principio de paridad en los partidos políticos, postulando candidaturas de forma igualitaria de acuerdo con las reglas que marque la ley electoral, lo que garantiza una igualdad sustantiva entre mujeres y hombres en el ejercicio del poder público.

Es importante recordar que esta iniciativa es el resultado de una lucha de muchos años, de mujeres y hombres que han trabajado y peleado para que se respeten sus derechos, y en la que el Partido Acción Nacional lleva la batuta, siempre buscando eliminar la desigualdad, discriminación y violencia para lograr que ellas tengan el lugar que por derecho les corresponde y se merecen.

Como lo afirmó mi compañera de bancada Kenia López Rabadán: “Este gran logro resulta significativo en la ruta de la igualdad de género, ya que ahora el Estado mexicano, que constitucionalmente está obligado a hacer realidad el derecho a la participación política, deberá garantizar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tenga paridad en sus ministros, que el gabinete del Presidente esté constituido por mitad de mujeres y mitad de hombres y que los espacios para jueces y magistrados no vuelvan a ser sólo para hombres, sino que haya una representación de la mitad de esos espacios para mujeres”.

Asegurar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, no sólo era lo correcto, sino lo urgente. Con su aprobación no solo ganan las mujeres, gana todo México.

Cuando las mujeres forman parte importante en una sociedad democrática, el desarrollo, la justicia e incluso la paz son temas que avanzan con mayor rapidez y seguridad.

Así de importante resulta la aprobación de la paridad de género.

Hemos ganado una batalla, pero no la guerra. Falta mucho por hacer y no solamente en el área pública, falta muchísimo también en el área privada, en las casas y en nuestros hogares, falta por hacer en los lugares de trabajo.

Me siento orgulloso del trabajo, esfuerzo y dedicación que mi bancada le dedicó a tan importante tema, y agradezco la apertura, diálogo y coincidencias de las demás bancadas que antepusieron cualquier interés para acortar las brechas entre desigualdad e igualdad.

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