Hace escasas dos semanas, la organización World Justice Project (WJP), presentó en la ciudad de Washington un informe sobre las condiciones en que se encuentra en los distintos países el Estado de Derecho. Los resultados son verdaderamente alarmantes para nuestro país. México se encuentra en el lugar 92 de 113 países considerados por el estudio. Los tres primeros lugares, no causa ninguna sorpresa, los ocuparon Dinamarca, Noruega y Finlandia. Los tres últimos lugares son Afganistán (111), Camboya (112) y Venezuela (113). Cuando comparamos a nuestro país con los otros países de la región, tampoco salimos bien librados. El país latinoamericano mejor evaluado es Uruguay, que ocupa el lugar 22. También salen bien evaluados Costa Rica, que está en lugar 24 y Chile, que quedó en el lugar 27. Además de Venezuela que ocupa el último lugar, únicamente otros cuatro países latinoamericanos de los que fueron considerados por el estudio, resultaron peor evaluados que nuestro país: Guatemala (96), Nicaragua (99), Honduras (103) y Bolivia (106). En cambio, mejor evaluados que México, están entre otros: Argentina (46), Brasil (52), Perú (60), Panamá (61), Colombia (72) y El Salvador (79).

El índice se basa en más de 110 mil encuestas en hogares y 3 mil encuestas a expertos, y mide la percepción y la experiencia de la población general con el Estado de Derecho, en situaciones prácticas y cotidianas. La organización WJP encuestó a mil ciudadanos y expertos de cada uno de los 113 países, y evaluó distintos ámbitos: límites al poder del gobierno, ausencia de corrupción, derechos fundamentales, orden y seguridad, gobierno abierto, cumplimiento de la ley y acceso a la justicia, entre otros. De los diversos indicadores evaluados, México obtiene sus más bajas calificaciones en ausencia de corrupción, donde ocupa el lugar 102 de 113, y en justicia penal, en el que se ubica en el lugar 105 de 113. En el único indicador en que nuestro país está razonablemente bien evaluado es en gobierno abierto, en el que ocupamos el lugar 36.

Como se puede ver, la situación que vive nuestro país en materia de Estado de Derecho es delicada. La percepción (o certeza) que se tiene en el ámbito internacional de que el nuestro es un país corrupto es algo que nos debe preocupar. La corrupción, que ciertamente no es privativa de nuestro país, pone en riesgo el ejercicio de buen gobierno, obstruye el crecimiento económico, es un mal que ha ido desgastando poco a poco nuestro régimen institucional y ha puesto en riesgo muchos de los avances democráticos que como sociedad hemos logrado. Estamos ante una hora de grandes desafíos para las instituciones de la República. La impunidad y la corrupción son los principales problemas que enfrentamos como sociedad. Mientras exista quien viole la ley y quien se ponga por encima de los demás ciudadanos sin recibir castigo, México no va a poder mejorar hacia el futuro.

Décadas de simulación y negociación de la ley han permitido que la corrupción y la impunidad se enquisten en nuestra sociedad y en muchas de nuestras instituciones. Es indispensable sumar a toda la sociedad en la batalla por la legalidad para deshacernos de inercias y emprender una lucha decidida con el propósito claro e irrenunciable de hacer de México un verdadero Estado de Derecho.

La consolidación de un verdadero país de leyes es la asignatura más importante que tiene México. Si queremos vivir realmente en paz y libertad, si queremos terminar con la corrupción y la impunidad, si queremos superar la injusticia y la arbitrariedad y si queremos recuperar la seguridad perdida y la tranquilidad de nuestras familias, es hora de hacer un esfuerzo genuino en la construcción de un auténtico Estado de Derecho.

Abogado.
@jglezmorfin

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