Muchas personas preguntan cómo será el programa educativo de ganar Andrés Manuel López Obrador la Presidencia.

Contesto que la educación tiene un destino: la calidad.

Actualmente el mundo está repensando cómo educar para un futuro en donde los principales trabajos hoy no existen.

El éxito en lograr la cobertura que tenemos nos impulsa a un esfuerzo mayor.

España y México teníamos la misma población en 1960. Hoy, España mantiene su misma población y nosotros crecimos ¡tres veces más!

Los españoles llevan 6 décadas invirtiendo en valor agregado para mejorar su servicio educativo, mientras México se obligó a crecer su sistema al ritmo de la población.

Llegó el momento de la calidad, de lograr acceso total digital, de impulsar el aprendizaje de idiomas, en especial el inglés, de una capacitación pertinente de los maestros y de una evaluación acorde. De educar en artes, destacando la música orquestal y de apasionar a los estudiantes en ciencia y tecnología a través de la robótica.

Los maestros tienen la responsabilidad de ser cada vez mejores, pero también la autoridad educativa tiene el compromiso de darles las herramientas para crecer, de revalorar la función magisterial en serio.

Durante años se ha tratado mal al maestro en diversas formas: películas, programas de análisis, declaraciones de “expertos”, por lo que hay que revisar a fondo si esa actitud nos llevará a mejorar la educación.

Pienso que gran parte de la crítica es injusta. ¿Por qué?

Porque la mayoría de las maestras y maestros están siempre en el aula, dando clases; cumpliendo los programas de la SEP. Están enseñándole a sus niñas y niños; y esforzándose por aprender cada vez más.

El maestro está auténticamente enamorado de su profesión; no es un trabajo sino un compromiso de vida.

En el caso de los directores habrá que darles el lugar que merecen y que requiere la calidad.

El director no puede seguir siendo un tramitólogo administrativo; alguien que se dedique a llenar informes para la SEP, sino un verdadero líder y conductor de la enseñanza en su plantel. Es el CEO de la escuela y para ello debe prepararse.

Pensemos en crear la Academia de Directores.

Es importantísimo tener una amplia oferta de preparación para la gestión directiva.

No es lo mismo ser un buen maestro que un buen inspirador de toda una escuela.

En México todo está dispuesto para que mejore la educación.

Hace tres años, cuando Emilio Chuayffet encabezaba la SEP, hizo una consulta nacional sobre la educación y al presentar los resultados afirmó: el hallazgo más importante es que el maestro mexicano está profundamente triste, sentido con la sociedad mexicana por cómo se ha le ha venido tratando.

¿No piensas que es fundamental que cuando un niño llegue a la clase vea en su maestro el ejemplo a seguir; la gran voz que le enseña; el gran amigo que lo puede conducir al conocimiento y transmitirle no sólo la importancia de tener sino también de ser?

Eso sólo se logrará revalorando la función magisterial.

Presidente ejecutivo de Fundación Azteca.
@EMoctezumaB
emoctezuma@tvazteca.com.mx

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