Amparados judicialmente para exigir el cumplimiento de sueldos, pensiones de retiro y aquejados por enfermedades incapacitantes, al menos 40 policías de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal trabajan bajo protesta y en “condiciones infrahumanas”, denunció el abogado José Ángel Celestino Ramírez.

“Les han negado sistemáticamente sus pensiones, incluso les descuentan salarios cuando por enfermedades no pueden cumplir con sus actividades, lo cual fue apelado ante los órganos judiciales para la devolución de sus ingresos”, señala.

Celestino Ramírez detalla que estas irregularidades se exponen y se encuentran en litigio en los amparos indirectos 1720/2016 del Juzgado Quinto de Distrito de Amparo y Juicios Federales, y el 1920/2016 radicado en el Juzgado Tercero de Distrito y Juicios Federales. Así como el 33/2016, en el Juzgado Séptimo de Distrito de Amparo y Juicios Federales y el 49/2016, en el Juzgado Sexto de Distrito.

Sobre la corporación también pesan las demandas de transparencia de 231 millones de pesos del programa de Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun) y más de 29 millones del Fondo de Fortalecimiento de Seguridad para los Municipios (Foryltaseg). De esos montos, se invertirán más de 12 millones 585 mil pesos en la adquisición de uniformes de mil 170 policías. “Cada prenda tendrá un costo de 10 mil 756 pesos, aunque su valor en el mercado no rebasa los 800 pesos”, sostiene.

El ayuntamiento les adeuda desde hace dos meses el pago de un apoyo adicional individual de 5 mil 500 pesos, para compra de material y útiles escolares, entre otros, puntualizó.

Con ceguera, policía de crucero. El policía Reynaldo Corzo Martínez, con apenas 20% de capacidad visual en un ojo, dirigió por más de un año el tránsito vehicular en cruceros y vialidades de Tuxtla Gutiérrez.

El agente platica que, inmerso en el tráfico vehicular y peatonal, enfrentaba diariamente “una auténtica lucha” para cumplir con su responsabilidad y las instrucciones especiales de mandos de la secretaría, a cargo de Moisés Grajales Monterrosa.

“Resistía y cumplía mi labor bajo sol y lluvia, aunado a los reclamos y mentadas de la gente por mi desempeño irregular. Lo veo todo borroso, porque perdí la visión total de un ojo, y con el otro percibo sólo 20%”, señala.

“Después de reiteradas peticiones, hace seis meses el ayuntamiento, que preside el alcalde Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor [PVEM] me transfirió a una oficina administrativa del sector, donde atiendo y oriento al público en trámites y gestiones. Ahora reviso documentosy canalizo a las personas a las áreas”.

El agente recuerda que lo mandaron al cuartel, lo vistieron de civil y lo pusieron a recoger basura. Reynaldo, con más de 20 años de servicio, padre de cuatro hijos, finalmente consiguió su adscripción administrativa, mediante juicio de amparo.

El hombre pugna por tener una pensión por incapacidad laboral.

Otros casos. Hace dos años, el policía Enrique Hernández Hernández sufrió una embolia cerebral que le impide caminar bien. “Necesito apoyo para trasladarme y me falla la vista, pero sigo en funciones”.

Lo mismo ocurre con, Juan Gallegos, de 55 años, quien a causa de diabetes padece un absceso en el cuello y deformación de cadera. Pedro Chacón Cruz presenta un esguince cervical derivado de un enfrentamiento con indígenas del municipio de Chenalhó afuera del Congreso local, mientras que a Alejandro Clemente la neuropatía diabética, con repercusión en el nervio ciático, le restringe parcialmente la locomoción y el cumplimiento de sus funciones de seguridad pública, de prevención y combate de delitos. Todos deben cumplir con sus jornadas laborales.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses