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El gobierno de Rubén Moreira ha pagado en cinco años de administración 13 mil 328 millones 845 mil 48 pesos de intereses, comisiones y costos por cobertura de la deuda bancaria contraída en la administración anterior. Pese al pago, el adeudo ha aumentado 748 millones de pesos en este periodo.

Los más de 13 mil millones de pesos equivalen a los ingresos de aproximadamente cinco años de Torreón o a la construcción de 13 hospitales con 110 camas censables como el que está proyectando el Seguro Social en Acuña.

Según una revisión a las Cuentas Públicas, Moreira recibió la administración con una deuda de 35 mil 746 millones 25 mil 836 pesos al finalizar 2011 y según la Cuenta Pública 2016, la deuda bancaria a largo plazo es de 36 mil 494 millones 44 mil 29 pesos.

En cinco años, el gobierno de Coahuila ha amortizado a la deuda 3 mil 30 millones 249 mil 59 pesos, 3.3 veces menos que lo que ha abonado de intereses y comisiones.

El secretario de Finanzas, Ismael Ramos, declaró que se buscará reestructurar la deuda con bancos que cobren un interés menor, algo que permite la Ley de Disciplina Financiera. Para 2017, último año de Rubén Moreira, el gobierno del estado presupuestó destinar 3 mil 554 millones 915 mil 756 pesos a la deuda, de los cuales 2 mil 821 millones 483 mil 646 pesos serán destinados a intereses, 9 millones 582 mil 672 pesos a “gasto de la deuda” y únicamente 223 millones 849 mil 439 pesos serán para la amortización.

Son siete instituciones bancarias a las que Coahuila le debe. A Multiva es a la que se le adeuda más con 10 mil 975 millones 26 mil pesos, le sigue Interacciones con un adeudo de 8 mil 267 millones 920 mil pesos y luego Banorte con un pasivo de 6 mil 351 millones 613 mil pesos. Los otros bancos son Bancomer, Santander, HSBC y Banobras.

Si se le suma el pasivo a corto plazo, la deuda total de Coahuila al término de 2016 es de 39 mil 953 millones 658 mil 309 pesos, de acuerdo con la última Cuenta Pública. El economista Daniel González mencionó que desde un inicio se planteó cómo se iba a pagar la deuda, puesto que “el problema va más allá de lo que se ha gastado y no se ha hecho”. Expuso tres efectos inmediatos: la falta de transparencia, las afectaciones a la inversión e infraestructura y el futuro de nuevas inversiones.

“Todavía quedan muchas dudas sobre la contratación de la deuda, no podemos dejar de lado ese tema. La falta de inversiones afecta a esta administración y tener una deuda con poco margen de maniobra afecta las inversiones”, comentó.

El especialista dijo que el efecto inmediato de la megadeuda ha sido la escasez en infraestructura, carreteras, accesos a vías de comunicación, servicios básicos, lo que de alguna manera le pega no sólo a las inversiones, sino a la ciudadanía.

“El perfil económico que se está fortaleciendo en Coahuila es el de las manufacturas, por lo que se carece de una visión en otras áreas. El tipo de empresa que llegan no generan valor agregado por lo que los salarios están por los suelos”, explicó.

Riesgo. Miguel Ángel Ordaz, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, consideró que Coahuila corre el mismo riesgo que Veracruz, donde el administración terminó el sexenio sin recursos. “No hay recursos para obras y servicios sólo para el pago de la deuda y para el mantenimiento del órgano de gobierno. Es un efecto que trataron de llevarlo hasta las últimas instancias”, opinó.

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