Antonio Flores, un lagunero de 29 años, vivió en 2010 evacuaciones en antros y bares de Torreón, cuando ocurrieron ataques a centros nocturnos en esta ciudad, siete años después esa experiencia, la de un tiroteo, lo alcanzó nuevamente hasta Playa del Carmen:

“Fue algo que me dejó en shock. No te la crees”, contó Antonio desde Playa del Carmen, poco más de un día después del atentado donde murieron cinco personas.

Antonio Flores y sus amigos se encontraban en el Blue Parrot, en el festival BPM.

“No es la primera vez que venía al festival y un tiempo viví aquí, es un lugar demasiado turístico que crees que es algo imposible que suceda y creo que eso aumenta el impacto de lo que vivimos”, relató minutos antes de abordar el avión de regreso.

Antonio y sus amigos se encontraban en la pista de baile, en medio de un montón de gente, casi frente al DJ, cuando empezaron a escucharse los balazos. “Yo en un principio pensé que era pirotecnia o que habían reventado unos globos de aire, hasta que todo mundo se tiró al piso. Yo escuche unos 10 balazos”, recordó.

Ni él ni sus amigos vieron al agresor. Todos se quedaron en el suelo hasta que la gente sintió que ya no estaba pasando nada.

Cuando la gente comenzó a levantarse para salir del lugar, Antonio aseguró que de repente la gente se volvió a echar al suelo y fue cuando se volvió un caos. “La gente ya se tiraba una encima de otra, fue obviamente desordenado, nos amontonamos, entró el pánico y pensé que teníamos que salir del lugar”, recordó.

Esa segunda vez que, recalcó, se tiraron pecho tierra, Antonio pensó que era porque la gente armada había entrado. “Pensé que nos iban a disparar a todos”.

Antonio rememoró que no fueron tantos los gritos o que al menos no los recuerda, sino la imagen de la gente queriendo salir del lugar, buscando la salida de emergencia. “Las salidas de evacuación estaban bloqueadas, tenías que arreglártelas porque el personal no fue para dar indicaciones y con el pánico la gente se amontonaba”.

Narró que él y sus amigos se encontraban cerca de una salida de emergencia, la cual estaba bloqueada. Salieron del lugar y se resguardaron en un hotel cercano hasta que escucharon las sirenas de la policía.

“Esa noche no dormí nada, me sentía muy mal, creo que de entre mis amigos fui al que más le afectó. Me sentía muy ansioso porque sí me impactó”, platicó.

Antonio Flores refirió que en la zona principal de Playa del Carmen, es común y hasta normal que la gente te ofrezca drogas. “Siempre ves que te ofrecen mugrero, por donde sea, la Policía lo sabe, está coludida. Uno se acostumbra y lo ve como normal”, compartió el coahuilense.

Dijo que en las calles principales como la Quinta Avenida o la calle 12, se ve a los chavos ofreciendo “cualquier mugrero”. Está muy cañón la venta y distribución de droga”, aseguró.

ml

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