Parca, con expresiones poco claras por su casi desconocimiento del español y con un rostro demacrado por los estragos de la desnutrición, la indígena Marìa Olguìn Olguin, quien permaneció desaparecida por espacio de 68 días, dijo no recordar nada de lo que le sucedió hasta que la policía la encontró deambulando en el monte.

La mujer raramuri, recién dada de alta del hospital donde fue internada por presentar un cuadro de deshidratación aguda y problemas renales, junto a su esposo y otros compañeros, se volvió a ubicar en la escalinata de la catedral en busca de ayuda alimentaria.

Su esposo, Faustino Castro Castro de 39 años de edad, tarahumara, quien entiende y habla un poco mejor el español, señaló que no ha logrado entender lo que le sucedió a su cónyuge la tarde del pasado 27 de septiembre, cuando ella abandonó el hospital donde tenían internado al más pequeño de sus nueve hijos, Angel 'N', de dos años por neumonía.

“Ya platique con ella, pero no me dice casi nada de donde estuvo, que comió”

Olguìn Olguìn, quien se vio retraída y huidiza a las cámaras, no pudo precisar con exactitud donde permaneció por espacio de 68 días, puesto que sólo recuerda haber pedido agua y alimentos en una casa, donde buscó acomodo para dormir en el patio trasero, sin que sus dueños de percataran de su presencia.

Con su escaso español, respondió en forma muy escueta a las preguntas. Dijo no recordar nada sobre donde había estado tanto tiempo.

El líder del grupo de tarahumaras, José Román López Ruvio, quien en la segunda semana de septiembre pasado los encabezo para instalar un campamento en el exterior del atrio de catedral, pidió a las autoridades judiciales no cerrar las investigaciones del caso.

Procedentes de la comunidad de Cuitaboca, en el municipio de Sinaloa, los tarahumaras plantearon al gobierno del Estado la construcción de caminos, la implementación de programas de salud, empleos y dotación de medicamentos y ropa.

Recordó que el cónyuge de la indígena declaró ante el Ministerio Público que su esposa le comentó que un guardia de seguridad del Hospital Pedriatrico de Culiacán, donde fue internado el menor de su hijos, la acosaba.

Maria le narró a Faustino que el guardia se le había acercado en varias ocasiones para ofrecerle acompañarla a bañarse, por lo que se pidió a las autoridades judiciales investigar si existió una privación ilegal de la libertad de la mujer.

De acuerdo con las investigaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado (PJE), ella fue encontraba en base a una aportación de datos de una vecina de la sindicatura de Sanalona, deambulando entre el monte, con graves problemas de deshidratación y renales.

Basados en la denuncia de desaparición que presentó su cónyuge, las autoridades judiciales abrieron la carpeta de investigación CLN/EDFPE/2102/2016//C.I. en la que se integró las declaraciones vertidas por el personal de vigencia del Hospital Pediatrico.

De acuerdo a un documento remitido al Congreso del Estado, la Procuraduría de Justicia del Estado, en base a los datos aportados el 21 de octubre pasado por Fortino Castro Castro ante el Agente del Ministerio Público Especializado en Desapariciones, citó a los miembros de seguridad del nosocomio

Los elementos que comparecieron a rendir sus declaraciones son los vigilantes del Hospital Pediatrico, Aldo 'N', César 'N', Andrés 'N', José 'N', Francisco Javier 'N', Seferino, Diego 'N', Andrés 'N' y Diego 'N', los cuales ya rindieron sus declaraciones.

afcl

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