El  Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio ( Modevite) se sumó a la propuesta del Congreso Nacional Indígena (CNI) de consultar en sus comunidades sobre la decisión de participar en las próximas elecciones presidenciales con una candidata indígena independiente.

Los manifestantes, la mayoría indígenas, llegaron hoy a San Cristóbal de las Casas después de peregrinar a pie y en vehículo durante 12 días por 11 municipios para expresar su oposición a los proyectos extractivos, pedir por la paz y por la defensa de la tierra y la vida digna de los pueblos originarios.

Más de mil indígenas arribaron a esta ciudad de los altos de Chiapas y concluyeron así la movilización con un mitin y un pronunciamiento en favor de una candidatura presidencial independiente encabezada por una mujer.

“Compartimos el mismo objetivo y creemos que es necesario fortalecer la voz de nuestros pueblos indígenas en la agenda política, por eso queremos llevar esta iniciativa a nuestras comunidades y municipios”, expresaron.

Los peregrinos iniciaron el recorrido el 14 de este mes en el municipio de Salto de Agua, en el norte del estado. Hoy Ingresaron a San Cristóbal de las Casas encabezados entre otros por el sacerdote Marcelo Pérez Pérez, párroco del municipio de Simojovel y vicario de pastoral social diocesana.

A la entrada de la ciudad se les sumaron cientos de integrantes de otras organizaciones, entre ellas de mujeres, docentes, estudiantes e integrantes de la diócesis local. El contingente superó las 2 mil personas.

En el mitin realizado a un costado de la catedral, los peregrinos aseguraron que “el problema con el gobierno no es sólo que no entiende nuestras culturas, sino que quiere dividirnos, nos enfrenta y atenta contra nuestra vida comunitaria”.

Agregaron que “ya no es posible acabar con el mal gobierno desde cada municipio ni luchar contra el gran capital desde cada trinchera, sino que es necesario que cada pueblo sienta suyo el problema de otra comunidad”.

Dijeron que la organización comunitaria es su arma contra la división, la cura para el miedo y para alimentar la esperanza "entre nuestros pueblos. Como pueblos originarios sentimos que nuestra pertenencia comunitaria a la madre tierra es nuestra espiritualidad, por lo que creemos que no sólo tenemos que denunciar la destrucción de nuestro territorio por la ambición de los proyectos extractivistas, sino cuidarla, través del fortalecimiento de nuestras raíces comunitarias.

El sacerdote tzotzil Marcelo Pérez dijo que el grupo de base de entre mil y mil 500 personas peregrinó 12 días, además de quienes se sumaron en trayecto sólo por tramos.

La movilización concluyó por la tarde con una misa en la que estuvieron  sacerdotes y religiosas diocesanos.

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