Truenan contra Egidio por “asegurarse”

Ciudad Victoria.— Ciudadanos, empresarios, ex candidatos, y ex diputados, truenan contra el gobernador Egidio Torre Cantú y su familia, quien al dejar el cargo recibirá protección y seguridad que pagará el gobierno del estado, de acuerdo con una ley recién aprobada.

Consideran que la medida es abusiva y piden derogarla.

La iniciativa de decreto fue presentada por el Ejecutivo estatal el pasado 19 de agosto y tres días después, el día 22 —en sesión extraordinaria—, el pleno Legislativo la aprobó por unanimidad.

La Ley de Seguridad Pública señala que se brindará seguridad a Torre Cantú y aplicará a ex gobernadores que lo requieran, como Tomás Yarrington, quien es buscado por autoridades de Estados Unidos.

Según la reforma, el próximo gobernador tendrá la facultad para crear la Dirección de Seguridad a Personal e Instalaciones y Edificios Públicos, misma que será la encargada de la seguridad y protección del gobernador del estado, así como de los servidores públicos, personas residentes o visitantes que así lo requieran en virtud de sus funciones.

La protección y seguridad será brindada con base en la evaluación de riesgo que realizará la Secretaría de Seguridad Pública.

Tendrá las obligaciones y facultades de proporcionar la seguridad y protección al gobernador del estado, “a quien haya desempeñado dicho cargo, servidores públicos, y a otras personas nacionales o extranjeras”.

El empresario Jorge Pensado cuestionó esta reforma, “gozaron de los beneficios del poder ¿y por qué ellos si debieran traer protección y los ciudadanos no?Los tamaulipecos estamos cansados de la sobreprotección a la clase política y lo que deberían hacer es solucionar el problema de la inseguridad para todos”, expresó.

El ex diputado local del PAN, Manglio Murillo, calificó esta medida como un exceso y abuso del poder, “los nuevos diputados tendrán la oportunidad de derogar dicha ley. Es una desfachatez y un cinismo por parte del Ejecutivo y de los diputados”.

El ex candidato independiente a la gubernatura, Francisco Chavira, los llamó políticos vividores.