En el proceso electoral de 2010, cuando todas las encuestas le favorecían para ser el sucesor del entonces gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, a Carlos Joaquín González le dijeron “tú no vas” y él aceptó alinearse y permanecer en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo que constituyó el gran #fuckup (metida de pata) en su carrera política.

Así lo confesó anoche Carlos Joaquín, al hablar –por primera vez, públicamente- de aquel pasaje en su historia, ante un promedio de mil jóvenes, entre estudiantes, profesionistas y emprendedores, quienes participaron en el primer aniversario de Fuckup Nights, organizado por Paola, Lázaro, Jhovanna, Andrea, Marco, Blanca y Ken, para dar herramientas a quienes desarrollan nuevos proyectos y negocios en Cancún.

Joaquín González, abanderado de la coalición de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), fue invitado especial al evento en que personajes como el bloguero, Chumel Torres; el desarrollador, Christian Sandoval; y el actor, Diego Dreyfus, con su personaje de Andrés Schwob, compartieron su #fuckup -la historia de fracaso que los llevó al éxito- entendida en el argot mexicano como “la metida de pata” o “la regada de tepache”.

“La idea del Fuckup Nights es reunir a emprendedores, a personas de éxito en algún ámbito, que cuenten una historia sobre un gran error cometido en ese proceso, algo que les haya dolido en el camino del emprendedurismo. Fuck up no tiene traducción, pero se refiere a un fracaso, entendido no como algo negativo, sino como un error que te llevó al éxito, a través del aprendizaje.

“En México sería equivalente a ‘metida de pata” o “regada de tepache”. Originalmente pensábamos hacer un Fuckup Nights político, pero no se pudo compaginar agendas y eso y tampoco hemos querido politizar el espacio que realmente es una herramienta para jóvenes emprendedores”, explicó en entrevista con EL UNIVERSAL, Ken, uno de los jóvenes empresarios que organizó el evento.

El fuck up de Carlos

Durante su intervención –la segunda de la noche después del desarrollador millonario de 27 años, Christian Sandoval- Carlos Joaquín habló de sus inicios como contador público en empresas familiares “porque a mi papá (Nassim Joaquín) le gustaba que tuvieras que trabajar para ganarte cada cosa que tuvieras” y sobre su incursión en la iniciativa privada en líneas aéreas, en la hotelería o cuando en 1990 obtuvo y lideró la entrada de la telefonía celular en Cancún, con Portatel.

Prosiguió con su entrada a la política; su paso como Tesorero en el ayuntamiento de Solidaridad y luego su nombramiento como presidente de ese municipio (2005-2008). Después compartió su #fuckup.

“Hace seis años yo tomé la decisión equivocada. Hace seis años tuve la oportunidad, como hoy, de ser gobernador. Y después de hacer toda una campaña interna, buscando la forma de aguantar los ‘trancazos’, que están buenos… de avanzar, de salir arriba en todas las encuestas, porque iba arriba en todas… me dijeron: ‘No vas, porque no me da la gana. Va otra persona’”, narró.

Vetado por Félix González Canto, el postulado como candidato fue Roberto Borge Angulo, diputado federal con licencia.

“El error… el fuckup fue haberme alineado. Haber tomado esa decisión que hoy veo que fue equivocada. Afortunadamente la vida me dio una segunda oportunidad”, prosiguió, quien seis años después, tuvo que enfrentar un veto, ahora de Beto Borge y, al no ser respaldado por su partido, decidió renunciar al PRI a principios de febrero de este año.

Aunque su intención era contender como candidato por la vía independiente, la Ley Electoral se lo impedía, debido a que posee “todos los candados” para permitir a los ciudadanos participar a un cargo de elección popular. Aceptó entonces la invitación de los partidos PAN-PRD, que se coaligaron para esta elección y hoy, es su candidato.

“Mi decisión fue equivocada porque hoy Quintana Roo tiene 550 mil pobres (su población es de casi un millón y medio); 80 mil nuevos pobres entre 2010 y 2014; hoy Quintana Roo es el primer lugar en impunidad en el país; hoy Quintana Roo está lleno de injusticia, desigualdad.

“Y para quienes son aquí empresarios, emprendedores, es el lugar hoy, en el que más tarde se puede abrir una empresa –casi 50 días- y es el lugar hoy en donde más ataques hay para abrir una mediana y pequeña empresa, no sólo para abrirla, sino también para cerrarla, por los costos (…) todo eso me da coraje”, expresó.

Las consecuencias

Citó el monto de la deuda pública que arrastra la entidad; la más alta por habitante en México, con poco más de 22 mil millones de pesos, como deuda enterada, que sumada a la deuda con proveedores se calcula en 25 mil millones de pesos. Mencionó el déficit en servicios de salud, la carencia de educación de calidad, de escuelas dignas.

“Hoy tengo la oportunidad de buscar de nuevo, con aspiraciones legitimas, ser gobernador (…) Hoy trabajo en esa aspiración, basado mucho en ese fuckup que tuve hace seis años y que sin duda fue un gran error el haberme disciplinado, alinearme (…) Me mantuve ahí, en el PRI, varios años más, hasta que ahora tomé la decisión de salir y tomo esa responsabilidad, a diferencia de aquella experiencia”, manifestó.

Después de ser aplaudido, Carlos Joaquín también fue cuestionado por algunos jóvenes.

Una chica le lanzó una pregunta, no sin antes aceptar que esperaba que ello no le generase problemas. “¿Por qué vende votos?”, planteó al candidato. “Yo no vendo votos”, le respondió él.

Otro muchacho le aseguró que no ganaría y que de hacerlo, muy seguramente sería usando las mismas tácticas de los políticos y puso en duda que pudiese cambiar el rumbo que lleva el estado.

“Primero que nada, claro que voy a ganar”, le respondió Joaquín González, quien también aseguró que podrá generar cambios, “lo hice como presidente municipal (…) ahí no hubo saqueos, ni muertos”.

Un chico más, le cuestionó cuál fue el reto más fuerte al salirse del PRI. El ex subsecretario de Turismo le dijo que la sola decisión de abandonar 17 años de militancia, fue un paso difícil, que no hubiese podido dar, si no estuviese limpio.

“A veces el cambio da miedo. Da temor, pero decidí no cometer el mismo error que hace seis años. Decidí enfrentar la situación (…)

“Ni me deben, ni les debo. En cada puesto que tuve, entregué buenas cuentas. Me fui sin deberle nada a nadie”, señaló.

También fue cuestionado sobre el papel de su familia, a lo que respondió que con excepción de su medio hermano, Pedro Joaquín Codwell, secretario de Energía, “nadie más está con el PRI”.

jlcg

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