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Familiares, amigos y autoridades despidieron hoy, con una misa y homenaje en el parque central de Pijijiapan, a la menor Maricarmen Escobar López, asesinada en ese municipio de la costa de Chiapas.
El duelo fue precedido de la indignación y la impotencia de la población por la saña en que la estudiante fue violada y asesinada.
El cuerpo de la joven, de 16 años, fue localizado ayer en un terreno baldío próximo a la ranchería El Llanito, después de que el pasado 28 de marzo se reportó su desaparición.
El cadáver fue localizado atado, con huellas de golpes y carcomido por las aves carroñeras.
Las autoridades de procuración de justicia no han informado aún de responsables o detenidos por asesinato.
Policías estatales y municipales desplegaron un operativo de búsqueda y localización del o los homicidas en la zona.
Los deudos señalaron que la noche de la desaparición, la joven preparatoriana salió a cenar con amigos a un restaurante, situado a tres cuadras de su domicilio.
El reporte de la desaparición fue turnado al sistema de alerta Amber y en redes sociales.
El cuerpo de la menor fue localizado después de tres días de búsqueda.
Previo a la inhumación, el féretro de Maricarmen fue trasladado al parque central de Pijijipan donde se ofició una misa de cuerpo presente en compañía de familiares, amigos, compañeros de escuela y autoridades locales, encabezadas por el alcalde Aristeo Trinidad Nolasco.
El homicidio de la estudiante despertó la indignación de la población, cuya familia trabajadora es apreciada y respetada.
Este martes, familias y sectores productivos se concentrarán en una marcha de protesta en la cabecera local, donde demandarán alto al incremento de la violencia y el crimen en esa zona de Chiapas, considerada “cruce natural” de la migración centroamericana.
Maricarmen es hija y nieta de ganaderos y productores de queso en la zona; su abuelo Jaime Escobar Cinco fue alcalde de ese pueblo hace algunos años y ex dirigente de la asociación ganadera local.
