La maestra Melina Nájera Piedra, de 42 años de edad, hija de Jacob Nájera Hernández, desaparecido en el mes de septiembre de 1974, fue sepultada hoy en el panteón municipal de esta ciudad, sin haber cumplido su deseo de ver llegar con vida a su padre que fue víctima de la “guerra Sucia” de las décadas de los setentas y ochentas, junto con más de 600 personas, cuyas familias continúan buscándolos.

La profesora que trabajaba en la Estancia Infantil “Benita Galeana”, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), tenía un año de nacida, cuando un grupo de agentes de la vieja Policía Judicial Estatal (PJE), irrumpieron en su hogar en San Jerónimo, municipio de la Costa Grande, y con lujo de violencia sacaron a su padre y se lo llevaron con rumbo desconocido.

Con el transcurrir de los años, Melina Nájera Piedra, se sumó a la lucha al lado de su madre Celia Piedra de Nájera, no sólo por la presentación con vida de su padre, sino de todos los desparecidos políticos por la “guerra sucia”, y al lado también de su tío Andrés Nájera Hernández, también trabajador universitario, tenía la esperanza de que su progenitor regresaría con vida y lo vería entrar por la puerta de su domicilio, que lo cambiaron en la colonia “Viguri”, de esta capital.

Hoy a las 17:00 horas, fue sepultada en el panteón municipal de esta capital, tras perder la vida en un accidente que sufrió en el trayecto de la carretera federal Chilpancingo-Chilapa, junto con otras tres personas que resultaron heridas de gravedad, y en su sepelio, su tío Andrés Nájera, lo mismo que otros luchadores sociales, afirmaron que la lucha va a continuar por la presentación con vida de todos los desaparecidos por la “guerra sucia” y las actuales desapariciones forzadas.

afcl

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