La Comisión Estatal de Derechos Humanos entregó una recomendación al secretario de Educación del Estado por el abuso sexual del que fueron víctimas nueve alumnas de primer grado de la Escuela  Primaria Moctezuma a manos de su maestro, en la que consta que la supervisora de la Zona Escolar reprimió a una madre de familia por denunciar la agresión.

En una junta de padres de familia, en tono molesto la supervisora escolar le reclamó a la madre denunciante el no haber tratado de "solucionar el problema de manera interna".

“Sus hijas ven mucho el programa ‘La Rosa de Guadalupe’, lo más seguro es que están enamoradas del profesor y se le insinúan”, respondió la supervisora a la primera madre que se atrevió a reportar al docente.

El 16 de mayo de 2015, la CEDH recibió las quejas de madres de familia de la primaria ubicada en  la colonia María Cecilia de esta ciudad, por el abuso sexual a las alumnas, que motivaron la apertura del expediente  1VQU-0311/2015, en la que se describe que  “el maestro ponía a leer a alguna de sus hijas frente al grupo, las colocaba detrás del escritorio pero a un costado suyo momento que aprovechaba para subirles la falda para tocarles las piernas y los glúteos”.

Después de casi 19 meses de investigación la oficina del Ombudsman afirmó que en el caso de la Escuela Moctezuma se acreditó la  “vulneración de los derechos humanos a la integridad personal, al interés superior del menor, a la libertad sexual y al sano desarrollo en agravio de menores de edad”.

Se reservó los nombres del maestro implicado, de la supervisora escolar, de las quejosas y agraviadas.

En la recomendación 36/2015 dirigida al Secretario de Educación, Joel Ramírez Díaz,  la CEDH,  expone que una vez que ha  examinado las evidencias contenidas en el expediente sobre el caso de violaciones a derechos humanos en agravio de diversas menores de edad, se concluyó que las estudiante presentaron características de daño emocional asociadas al hecho denunciado, es decir, abuso sexual, que se caracteriza por estado de hipervigilancia, actitud ansiosa, resentimiento y a la vez sentimientos de culpa por haber hablado de los hechos, temor a que el hecho se repita o volver a ver a quien señalan como su agresor.

Las menores son coincidentes en su dicho al narrar que el maestro “las ponía a practicar lectura enfrente de sus compañeros, el docente las acercaba a su costado y aprovechaba para acariciarles las piernas por debajo de la falda, incluso hubo ocasiones en que el profesor subía su mano hasta los glúteos de las niñas”.

DENUNCIA PENAL

En el oficio DQMP-0013/15 de 18 de mayo de 2015,  derechos humanos solicitó a la Secretaría de Educación implementar medidas precautorias para garantizar el acceso a la educación en un entorno libre de violencia a las víctimas, por lo que el profesor quedó a disposición de la supervisora escolar.

Asimismo, el organismo acompañó a las madres a la Subprocuraduría de Delitos Sexuales, Violencia Familiar y Grupos Vulnerables, en donde presentaron cinco denuncias penales por el delito de abuso sexual en contra de profesor.

A la fecha las cinco Averiguaciones Previas se encuentran en etapa de integración, de las que se advierten los resultados de los dictámenes psicológicos practicados a cinco alumnas, en los que se desprende que dos de ellas presentan una afectación emocional, ya que mostraron síntomas característicos de víctimas de abuso sexual.

La Secretaría de Educación instrumentó un acta administrativa en contra del maestro, la cual se remitió a la Unidad de Asuntos Jurídicos para la determinación que correspondiente; “sin embargo, no se ha comunicado “a esta Comisión Estatal el resultado de la misma”.

Ante la autoridad educativa, el maestro negó los hechos que se le imputan, “argumentando que de haberlo realizado se habrían percatado los demás alumnos”, documentó la oficina del Ombudsman.

La CEDH señaló no haber recibido evidencia de que se haya reparado el daño a favor de las víctimas, o de que hubiere otorgado terapia psicológica que requieren para restablecer su esfera emocional.

Necesitan tratamiento psicológico para restablecer la esfera bio-psicosocial-sexual.

En su declaración una alumna manifestó que en una sola ocasión su maestro le levantó la falta y le tocó las piernas, pero en general refirió que el profesor tenía un carácter muy fuerte ya que les pegaba a los demás niños o les gritaba cuando andaban parados pidiendo material escolar.

En consecuencia la CEDH envió una recomendación al titular de educación escolar que contienen cuatro puntos: que se repare el daño a las víctimas y que incluya el tratamiento psicológico que requieran, con motivo de la responsabilidad institucional en que incurrió el docente.

Asimismo, que colabore para el seguimiento e inscripción en el Registro Estatal de Víctimas, previsto en la Ley de  Víctimas para el Estado de San Luis Potosí, a efecto de que tenga acceso al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral.

Que colabore ampliamente en la investigación que inicie el Órgano de Control Interno sobre el presente caso, por tratarse de un servidor público de esa Secretaría de Educación a su cargo.

Que se impartan cursos de capacitación dirigidos a la plantilla docente y administrativa de la Escuela Primaria, referentes al derecho de los niños a una vida libre de violencia, prevención del abuso sexual infantil, derecho al trato digno, así como a la seguridad escolar.

ml

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