Alzan la voz y se levantan

janet.merida@eluniversal.com.mx

Un desayuno reunió en una mesa a madres cuyas hijas han sido violentadas, prostituidas, lastimadas y secuestradas, por decir sólo algunas cosas. Ahí también, entre ellas, estaba un hombre que en alguna parte de su vida fue traficante de personas y antes, niño de la calle. Junto a él, vestida de rojo, Zunduri, la chica que hace apenas un tiempo era esclava pero que ahora recupera su vida y también Rosi Orozco, la defensora de derechos humanos.

Están todos reunidos para contar sus historias de vida y también para invitar a la mayor cantidad de mujeres, niñas, niños y hombres a bailar el próximo sábado en contra de la violencia como parte de la campaña "Un billón de pie" en el Monumento a la Revolución.

Es una campaña creada por Eve Ensler, la activista, feminista y también dramaturga que muchos conocerán por ser autora de "Los monólogos de la vagina". Ahí también está ella, escuchando atenta lo que cada uno tiene que decir.

Más allá de los 15 años que lleva su monólogo en México, Ensler conoce bien la situación de la mujer aquí, pues hace 25 años trabajó en Casa Amiga en Ciudad Juárez, un espacio que busca apoyar a mujeres, y ello le dio la oportunidad de enterarse de una cantidad inimaginable de feminicidios y que desafortunadamente no terminan.

Toda la situación de desventaja por la que atraviesan las mujeres tiene que ver también, desde su punto de vista, con la economía y el capitalismo global, con un contexto en donde se hace creer que la mujer es la que no es lo suficientemente “algo” para satisfacer las necesidades de la sociedad.

“Creo que vivimos en una cultura que enseña a sus mujeres a devaluarse, a herirse a sí mismas y ve todas las formas en las que mujeres y niños se hieren: si no eres lo suficientemente blanca, te blanqueas la piel, si no eres lo suficientemente delgada te mueres de hambre... entonces aprendes mecanismos de salvación”, platicó en entrevista con EL UNIVERSAL y agregó que el hecho de hacer a una mujer sentir menos, es también una manera de controlarla y que no se rebele.

Sin embargo, también sabe que hoy más que antes muchísimas mujeres están alzando la voz.

“Ahora esto tiene que ir un paso más lejos, tenemos que ver la aplicación de leyes, tenemos que ver un gobierno que esté trabajando en solidaridad con activistas, y tenemos que ver a gente en México haciendo realmente esto un tema de importancia: estas son sus madres, sus hermanas, las tías, significa vivir en un limbo donde las mujeres nunca se sienten seguras, este es un problema de todos”.

Por ello, invitó a las mujeres a unirse. A no bajarse ante nadie.

“Una de las cosas hermosas que he visto que está pasando en México es cuan grande es la cantidad de mujeres que se expresan, es masiva, ahora tiene que hacerse más grande, necesitan ser más demandantes y no rendirse o cesar en el cambio de situaciones; donde cada mujer en este país, de cualquier edad pueda vestir como ella quiera, pueda ir a cualquier lugar y saberse a salvo y libre”, dijo.