No hay nada mejor, dice Pablo Milanés, que despertar a las cinco de la mañana y ver a la mujer amada dormida al lado.

"Hermosamente, calladamente", señala el cubano frente a más de mil personas reunidas en el Plaza Condesa, recinto de conciertos en la Ciudad de México.

Vestido de negro el cubano refrenda su gusto por el romance y la palabra amable a la mujer, cuyo género estuvo representado por veinteañeras y otras de más de 50.

Junto a Pablo se presentó su hija Haidée, quien en los inicios de su carrera se eliminó el apellido para sobresalir por ella misma sin el identificativo de su padre.

Ella es quien abre la velada con "La música" y "La gloria eres tú", compartiendo con el cantautor cubano en "Si ella me falta alguna vez".

Basta que Pablo, el amigo de la otra leyenda de la trova cubana, Silvio Rodríguez, aparezca en el escenario para que la antes tranquila sala se transforme en aplausos y gritos.

Es la primera vez que Pablo y Haydée cantan juntos en México. Y la segunda en el último año de su historia, luego de haberlo hecho en La Habana a mediados de 2016.

Es también la segunda ocasión en que el público escucha "Vestida de mar", canción inédita en formato físico y cuya letra se refiere a la Cuba reciente y añorada.

La velada sirve también para que los Milanés se confiesen: "el artista luego de crear, de componer, está en la soledad". Y es cuando los cinco músicos que están con ellos inician las notas de "Te espera una noche de éxitos".

"México es el país que me acogió por primera vez internacionalmente y que espero la acoja a ella también", expresó Pablo como una forma de apoyar a su hija.

"El amor de mi vida", "Para vivir" y "Yolanda" coronaron la noche, para cerrar con "El breve espacio", éxito con el que el público se levantó de su asiento y filmaron el momento.

msl

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