José Luis Perales hizo a su público olvidar los momentos complicados con la única forma que sabe hacer: su música. El Auditorio Nacional lo ovacionó por brindarles su voz y las anécdotas de sus canciones, que dijo eran ya propiedad de quienes las escuchan y no tanto de él que las escribió.

Acompañado por siete músicos, el español salió al escenario a las 20:06 horas. Con una producción minimalista puso voz a "Y me marché contigo" y luego uno de sus grandes éxitos, "Me llamas".

"Muchas gracias, muy buenas noches a todos. Tenía yo ganas ya de encontrarme con vosotros así cerquita; a lo largo de este concierto les cantaré canciones que les resultarán conocidas, pero también vengo a presentarles lo nuevo. Es más difícil realmente porque hay que aprendérselo, pero tengo la obligación y la necesitad de compartir con ustedes. Vamos a pasarla bien", confió.

Luego se sentó en la silla instalada para él y presentó parte de su más reciente producción llamada Calma al ritmo de "En un banco de la calle", mientras la sombra de personas caminando pasaban detrás de un pasaje instalado.

El público aplaudía en cada oportunidad y coreaba en temas como "Sí", "Quisiera decir tu nombre", "Si pudiera" y "Calma", que titula al álbum.

"Vivimos un tiempo un poco estresante, a veces buscamos cosas innecesarias y creo que la vida para nosotros debe ser la búsqueda de la felicidad y la felicidad sólo se puede encontrar no en la ambición, no en el querer más o ser más que el otro. Creo que la verdadera felicidad está en las cosas más simples de la vida, esas son las qué hay que buscar.

"Cuando escribí este disco pensé en cómo podría titularlo, inmediatamente ante tanta tensión e intranquilidad pensé con urgencia en la palabra calma", expresó.

Se trató de una noche romántica, pero también de recuerdos y canciones que lo han albergado en tantos años de carrera musical. Por eso el público se dedicó a escuchar una voz que sonaba clara en el Coloso de Reforma.

Se sabe que las críticas lo consideran como un escritor de canciones tristes, pero lo justificó con irse a una casa en la mitad de la nada a componer con la lluvia, la soledad y el frío del otoño, estación a la que dedicó "Canción de otoño".

"No puedo negar que en la vida de un cantante hay momentos hermosos e impagables como este momento por ejemplo, y hay momentos después de estos en que el cantante se va a su hotel, si está solo porque su familia...", decía. De inmediato se escuchó a mujeres en el público tirándole piropos para acompañarlo. "Que malos sois", se rió.

"Tenía dos hijos pequeños y estaba muy lejos de mi casa cuando escribí esta canción, la única fuera de mi país", indicó antes de "A más de mil km de ti".

Después, a cada grito contestaba "gracias". Así llegaron "El reencuentro", "El amor", "Y te vas" y "Celos de mi guitarra", de la cual confesó sentirse más joven cada vez que la canta.

Tras un discurso sobre la tecnología en la comunicación y cómo gracias a ella se ha perdido la comunicación cara a cara cuando antes se expresaban por mensajes los sentimientos, apareció "Gente maravillosa", que aclaró fue escrita antes de la llegada del Internet. Para Mocedades fue que compuso "La llamaban loca", a la que le puso sentimiento.

"De repente escucho que me dicen 'guapo'. Soy consiente de mis posibilidades y uno agradece el piropo de vez en cuando. Muchas gracias porque me gusta", señaló ante chiflidos en aprobación.

Aunque también dijo qué hay algo que disfruta más, que su nieto le diga abuelo, por eso le dedica "Canción de Guillermo".

"Escribí canciones para otros artistas, unos muy famosos otros no tanto, pero todos muy importantes porque me ayudaron a crecer como autor. Yo entregaba canciones bastante desnudas, con una voz y una guitarra, ellos después se ocupan de embellecerlas y poner el alma para creerse que son suyas y hacerlas más bellas que yo las había escrito; luego vienen los músicos que las visten para presentarlas en sociedad", argumentó.

En la parte final de un show lleno de anécdotas sonaron en un formato acústico "Dime", "Por qué te vas", "Creo en ti" y "América". La anécdota de "Y cómo es el" fue contada, aunque era un encargo de Julio Iglesias su compañía disquera insistió en que se la quedara él. Ahora es uno de los temas que más lo representa.

Dos horas después que inició su concierto terminó, no sin antes complacer a quienes le pidieron otra. Perales, agradecido, volvió al escenario para cerrar definitivamente con "Te quiero" y "El velero", a las 22:06, con el público de pie.

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