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Cuando se les pregunta a Baby Bátiz, Cecilia Toussaint y Kenny, si en algún momento han pensado en retirarse del rock, para llevar una vida más tranquila, en unanimidad contestan que no.

“Mi pasión de vida es cantar, lo voy a seguir haciendo, siempre tengo en la cabeza 10 mil ideas, yo espero morirme cantando”, dijo Toussaint.

“Cuando has vivido en la música desde niña, es algo que traes aquí contigo, que no puedes dejar”, expresó Bátiz por su parte.

“Son 35 años de carrera, ya para que me quiten, yo creo que hasta que me muera”, declaró Kenny, que piensa que por terca sigue en el rock and roll, ya que constantemente hay que pelear por espacios y por grabar discos, ya que no tan fácil las disqueras voltean a ver a una artista tan subterránea como ella, por eso desde siempre se ha manejado como independiente.

“Al principio fue difícil que se fijaran las disqueras, porque no creían simplemente en el rock mexicano, hasta que llegaron los españoles y los argentinos cantando rock en español, empezaron a pelar el rock de México. A mí las disqueras internacionales no me miraban, pero como siempre he dicho que mi lema es ‘no me rindo’, encontré gente extranjera, el primer disco lo produjó un francés, el segundo un español Juan Navarro, y así empezó Kenny”.

Cecilia Toussaint fue más allá y decidió abrir su propio sello discográfico, Producciones al Vapor, con el cual ha generado álbumes como Detrás del silencio, Otro lugar y Para Niños, por mencionar algunos, así fue su forma de no depender de las grandes transnacionales, aunque en contadas ocasiones trabajó con alguna.

“Mi primer disco Arpía lo saqué de manera independiente, porque no había una apertura de las disqueras, después me tocó un periodo en que empezaron a voltear hacía grupos nacionales por este rollo del rock mexicano y yo estuve entre los afortunados”, explicó la esposa de Alfonso André.

Baby Bátiz no cree mucho en grabar discos, pese a que sus producciones, dijo, se venden bien en las tiendas de música y durante sus conciertos, debido a que están hechos con calidad, algo que no pasa mucho en la actualidad, según ella ha podido comprobar.

“Antes te buscaban para grabar un disco y te firmaban, ahora no, ahora si tienes 50 mil pesos o menos haces un disco, rentas un estudio, grabas con algunos músicos, cantas, lo maquilas y ya está, antes no, antes sí grabábamos los que en verdad cantábamos, los que el director artístico veía”.

Pero Kenny ve el vaso lleno con los avances de la tecnología, sobre todo para artistas independientes como ella. “Ahora con las redes sociales tú puedes hacer de tu grupo tu propio negocio, grabar en tu computadora, es increíble la tecnología ya no necesitas una disquera, cada vez más desaparecen”.

Además cree que es bueno que haya plataformas como Spotify, porque cada que alguien escucha su canción ella recibe regalías al mes.

“Es mejor que te la paguen (la música) aunque sea por escucharla, aunque no la hayan comparado”.

Pero más allá del negocio rockero, estas veteranas dan un consejo a aquellas que quieran empezar en esta carrera:

“Que no tengan demasiadas expectativas, que estén dispuestas a trabajar duro y que no se den por vencidas, hay que ‘aguantar vara’”, finalizó Cecilia Toussaint.

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