Cannes.— Su servicio de escucha en línea es el segundo más potente del mundo después de Spotify y la punta de lanza de la “explosión del streaming”, un mercado emergente que, asegura el flamante consejero delegado de Deezer, Hans-Holger Albrecht, “acabará con las descargas ilegales”.

“No veo ninguna razón para piratear música, hoy alguien puede acceder a cualquier catálogo gracias a servicios como Deezer, que permiten descargarlo y escucharlo offline por un precio fijo. Es la gran alternativa a la piratería”, sostiene Albrecht.

A este alemán protestante graduado en la Universidad de Yale y padre de siete hijos le gusta citar el caso de Suecia, un histórico caladero de la piratería online que hoy, tras la irrupción del sector que lidera la sueca Spotify, se ha convertido en una suerte de paraíso del streaming.

Líder del mercado de la música digital con iTunes, Apple desvelará en las próximas semanas su propio servicio, mientras el rapero estadounidense Jay Z carbura desde hace meses Tidal, una plataforma de inspiración similar que se sumará a la batalla por el trono.

“Si una firma como Apple quiere acompañarnos, podemos confirmar que este es un modelo de futuro porque nadie hace negocios estúpidos”, valora con humor Albrecht, para quien la competencia es la “gran noticia” de un mercado cuya penetración entre los usuarios de internet todavía resulta limitada, en torno al 2% o 3%.

A Deezer, que cuenta con 6 millones de suscriptores de pago en más de 180 países, no le preocupan el resto de competidores. “Estamos ante un mercado complejo, pero nuestro modelo funciona, los beneficios crecen muy rápido y ahora hace falta mantenerse entre los actores principales del juego”.

De factura francesa, Deezer reivindica un “tratamiento local” de los contenidos, una estrategia que, tras ultimar acuerdos con medios y proveedores en cada país, le llevó hace un mes a incorporar a su oferta —gratuita y de pago— más de 20 mil podcasts.

“Queremos diferenciarnos de la competencia e individualizar la relación con el usuario. No es posible hablar a todos por igual”, razona este pope del streaming, que desvela que el próximo paso, “sin prisa” implicará contenidos en video.

Su despliegue también incluye a España, un mercado “difícil” lastrado por “la crisis y la piratería” y donde Deezer opera desde 2013.

“Soy optimista”, reconoce Albrecht. “No creo que sea un caso distinto de Francia o Alemania, solo requiere más tiempo”.

Amante de la caza, el consejero delegado de Deezer dirige la compañía desde París, donde reside, perfecciona su francés y sigue a distancia al equipo de su infancia, el Bayern de Múnich.

“Siempre es mejor perder ante el ganador”, argumenta en alusión a la derrota que el Barcelona inflingió a los bávaros en la semifinal de la competición. Quién sabe si el tiempo, y la encarnizada competencia en el streaming, volverán a empujarle al mismo consuelo. EFE

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