Macaco dejó las muletas que usa por una fractura en el dedo del pie izquierdo de lado, por lo que nada fue impedimento para dejarlo todo en su presentación en el Plaza Condesa y, pese a su lesión, brincar a todo lo alto mientras era ovacionado. 

Con los brazos extendidos como agradecimiento es que deleitó con mucho baile y recordó al movimiento agrícola indígena que lucha por recuperar sus semillas en el estado de Veracruz.

"Buenas noches D.F, aquí Macaco", saludó el español a los asistentes a las 20:15 horas que salió al escenario con toda su energía, ya que su repertorio dio inicio con su sencillo más sonado al ritmo de "Hijos de un mismo Dios", que pertenece a su último disco de estudio titulado Historias Tattoadas.

"Esta canción que sigue tiene vocación de luchadora porque ha sido relacionada a varias asociaciones por una causa que creo compartimos. Se la quiero dedicar a toda la gente que lucha por una sanidad pública digna", expresó antes de "Seguiremos".

Portando un gorro color azul oscuro, playera sin mangas de otro tono y un cómodo pantalón, el catalán de nombre real Daniel Carbonell de las Heras pidió construir puentes con palabras llenas de amor y con ese mensaje sonaron los acordes de "Love is the only way" donde por la emoción bajó del escenario para caminar un poco por el recinto e incitar el cántico que llegó a una sola voz.

"Estoy muy feliz de estar aquí de nuevo en vuestra ciudad, muchos años que no nos veíamos las caras. Tuve que tirar la muleta porque ni un dedo roto, ni truenos, ruidos ni nada va a parar la música", dijo antes de armar la fiesta con las manos en el aire y los brincos en "Todos".

Acompañado de cinco músicos y los aplausos recordó a la madre tierra en "Moving". Tras un performance con percusión, tambores, batería donde descansó unos cuantos segundos, volvió a escena con "Ratapampam" y "Coincidir".

En el ambiente luces azules, blancas, amarillas y rojas fueron testigo de distintos momentos tanto de baile como los románticos que llegaron con "Gástame los labios" o "Volar", con la que incluso hizo a cada uno de los asistentes agacharse al suelo.

De nueva cuenta los ritmos bailables tuvieron su lugar en "Tengo" e improvisó por un buen tiempo en una conexión con su público; "Arriba las banderas" volvió a llevar la energía a todo lo alto.

Recordando a quien definió como el Caetano Veloso de la música latina, el uruguayo Jorge Drexler, tocó su tema "La frontera".

Dentro de la presentación de sus músicos causaron risas al recordar la ley seca debido a las elecciones de este domingo ya que no pusieron salir de fiesta, "pensaba que era una broma, ya será para la otra", entonó su guitarrista.

Así el fin de la velada estaba cerca, por lo que se despidió saltando nuevamente, aunque con un solo pie, en los acordes de "La mano". 

Los pedidos de "otra" lo hicieron volver a complacer con dos canciones más antes de irse definitivamente a las 22:20 horas, tras hablar de romper prejuicios como él lo hizo versionando a Julio Iglesias para la película Mortadelo y Filemón contra Jimmy el "Cachondo", de Javier Fesser, con "Me olvidé de vivir" y terminar con un tema sobre su apodo en otro idioma en "Monkey man" y con un peluche de este animal (mono) en la mano.

rad

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