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Primero se adueñaron de YouTube y ahora, influencers como Callo de Hacha, Chumel Torres y Karla Rivera están ocupando un lugar en medios tradicionales como la radio. En sentido contrario, figuras con largo camino en ese medio se han mudado a plataformas digitales para seguir con sus proyectos, como el caso de Adela Micha.

En noviembre de 2016, Grupo Fórmula dio a conocer que entraría en vigor La 1, una nueva barra de 30 minutos insertada entre los programas de Maxine Woodside y Joaquín López Dóriga y que daría voz en radio a personalidades del mundo del Internet.

Antonio Attolini, conductor de Econochairos en Fórmula y productor junto a Ricky Moreno de la barra, comentó: “Se dio tras una negociación entre Grupo Fórmula, Jaime Azcárraga y la productora Máquina 501; fue el apremio y la necesidad de un cambio generacional, de ver quiénes son los nuevos mensajeros, las voces que están en el debate público”.

La 1 ofrece espacios de 15 a 30 minutos con distintos personajes cada día de la semana. Tamara de Anda, colaboradora de EL UNIVERSAL y Los Supercívicos también forman parte de la apuesta. Para el comunicador y ex vocero del movimiento #YoSoy132, radio e Internet tienen más similitudes de las que podrían imaginarse. De ahí el éxito alcanzado, pues de acuerdo a ratings recientes, La 1 es uno de los 10 espacios más escuchados en Grupo Fórmula: “Ha roto esquemas y se ha visto cómo algunas empresas han copiado el esquema a una barra de noticias, deportes y demás que se había mantenido inerte mucho tiempo”.

Actualmente La 1 tiene nueve programas y Fórmula se encuentra trabajando con alrededor de 15 y 18 personalidades de Internet. El efecto de estos personajes también ha influenciado a los totems de la difusora, dice Antonio. “Ha sido muy positivo, Joaquín, que es uno de los protagonistas de la radiodifusora y que entra después de La 1, ha presentado un esquema mucho más fresco, Maxine también. Ellos que son totems lo han tomado bien”.

En mayo pasado, Callo de Hacha (cuyo nombre real es Jorge Avilés ) , quien tenía su espacio en la barra de la tarde recibió la enmienda —platicó Antonio— de Jaime Azcárraga para sustituir el formato que durante 18 años mantuvo Antonio Zambrano con El Panda show en Grupo Fórmula. El tono desenfadado con el que da sus comentarios políticos le han dado miles de seguidores en YouTube, pero hoy reconoce las diferencias entre ambos espacios. En entrevista, Callo dice que hay una gran responsabilidad a la hora de hablar. “Más cuando te enteras que llegas a cuatro millones de personas en cada transmisión. ¡Y la gente en medios no nos recibe muy bien a los de Internet, ¡eh!”, exclama.

“Siempre pongo este ejemplo: en Estados Unidos el Internet convive con los medios tradicionales, ves algo que salió en un late night show y es viral en Internet; nadie se está peleando por quién es mejor. Creo que decía Horacio Villalobos que no teníamos talento en Internet, pero aquí hay una competencia y yo lo que siempre he dicho es que no queremos sus trabajos. Nosotros crecimos viéndolos. No es competencia y su ejemplo es muy importante para nosotros”, comentó.

Confesó que desde niño fue admirador de El Panda, que al principio no sabía que entraría en su lugar y cuando se enteró, ni su mamá podía creerlo.

En el caso de Chumel Torres, el creador de El pulso de la República, señala que el éxito de su programa en radio lo tiene sorprendido y al mismo tiempo aplaude que Callo tenga tanto impacto. Al preguntarle si considera que este boom de influencers podría tener fecha de caducidad, comentó:

“No sé, la verdad es que no nos concentramos mucho en eso, como en las relaciones de largo plazo”.

Intercambio. Dos semanas después de que Callo diera el salto a un horario estelar en cabina, Adela Micha comenzó a grabar en su casa La Saga, un espacio noticioso y de entrevistas que hace con un equipo de 20 personas.

“Después de que me corrieron de los dos programas (en Televisa y Grupo Imagen) decidí concentrarme en levantar este proyecto que, aunque ya se transmite, aún está en fase beta (de prueba)” platicó.

El éxito de probar a influencers en las redes ha sido tal que Antonio no descarta que este espacio de media hora se convierta en uno de hora completa.

“El próximo paso sería conseguir programas diario. Hemos demostrado que Internet es un semillero de talento. Sabemos que nadie nos ha regalado nada, trabajamos en ello”.

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