Washington.— Los restos de Carrie Fisher fueron depositados en el cementerio en una urna con la forma de una pastilla del antidepresivo Prozac.

El hermano de Fisher, Todd, quien llegó al funeral en Hollywood Hills con la peculiar urna, señaló que se trataba de una de “las posesiones favoritas” de la actriz, quien enfrentó adicciones a las drogas y el alcohol y quien fue diagnosticada con trastorno bipolar a comienzos de 1990. “Sentía que era el lugar donde le gustaría estar”, afirmó Fisher, que aseguró había acordado la decisión con Billie, la hija de la actriz.

Fisher yacerá en el cementerio junto con su madre, la también actriz Debbie Reynolds, que falleció un día después de su hija a los 84 años de edad.

Además de la saga de Star Wars, también participó en otros filmes de éxito como The Blues Brothers (1980), Hannah and her sisters (1986) y When Harry met Sally... (1989).

Recientemente, Fisher presentó su libro de no-ficción The Princess Diarist, en el que relataba su experiencia y diversas curiosidades y secretos acerca del rodaje de Star Wars, y había participado en el rodaje de la serie de tv Catastrophe.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses