El abogado de la familia, Guillermo Pous Fernández, de Juan Gabriel asegura que no hay un tema personal en contra de Omar Suárez.

Luego de que anunciara el estreno del musical Amor Eterno, Omar Suárez explicó que su proyecto está registrado ante las entidades correspondientes y que tuvo el visto bueno del propio Juan Gabriel hace más de un año.

Sin embargo, Pous Fernández explica que Suárez pudo haber registrado su guión ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor en donde señalaran los cortes en donde aparecería el uso de las canciones de Alberto Aguilera Valadez.

“Seguramente ahí se explica que entra tal canción y pone el nombre de los temas, que seguramente son autoría del maestro Aguilera. Este registro no significa que tenga los derechos sobre las canciones o la música de Aguilera ni la autorización para usarlas”, comentó el litigante.

De esta forma el abogado explica que en su calidad de albacea está designado para velar por los derechos morales de la obra del compositor michoacano.

El derecho moral es una vertiente que compone al derecho de autor. “El derecho moral es el vínculo que existe entre el autor y sus obras, que se le reconozca como autor, que tenga la facultad del autor para oponerse a que se mutile y se modifique o se destruya su obra. La facultad que tiene para publicarla o para mantenerla inédita”, explicó.

A la muerte de Alberto Aguilera Valadez, el pasado 28 de agosto en California, los derechos morales quedan en manos de Iván Aguilera, quien fue designado como heredero universal de la herencia del cantante.

“Iván en este momento tiene la facultad de resguardar y proteger los derechos morales de la obra de su padre”, sentenció Pous Fernández.

De esta forma, la familia ha decidido que no se dará ningún tipo de autorización para el uso de la obra de Juan Gabriel en la puesta en escena de Omar Suárez, dado que atenta contra varios rubros del derecho moral del legado del artista.

“El albacea recibe la instrucción de indicarle al señor Suarez que no se le autoriza el uso del catálogo musical del maestro Aguilera por lo que se refiere a los derechos morales.  Lo que significa que para esta puesta en escena se le harán modificaciones a las canciones, van a hacerle arreglos y segmentaciones a cada una de las canciones y ese es un derecho moral de integridad que le compete exclusivamente al autor o sus herederos”, explica.

Cualquier modificación o arreglo musical a las canciones de Juan Gabriel deben de pasar un proceso de autorización, ya que el derecho moral le da la facultad al autor para oponerse a que se mutile y se modifique o se destruya su obra.

“Hay la vinculación a la imagen, aunque diga que no es una obra biográfica, simplemente con decir que es un homenaje o un tributo a su legado musical y en donde dicen que van o pretenden usar su catálogo musical. Tercero, para su obra musical, está utilizando el título de una obra musical, para lo cual también tiene que pedir autorización.

“Y por último es un facultad exclusiva, tanto del autor como del heredero, oponerse a cualquier acto en el cual el uso de sus obras pueda ser considerado como un atentado o en demerito del prestigio o la reputación del autor. La sucesión del maestro Aguilera considera que utilizar las canciones de Juan Gabriel en esa puesta en escena no va conforme a la propia reputación del autor y por lo mismo se oponen a que se usen”, agregó.

Por otra parte, también está el derecho patrimonial de la obra de Juan Gabriel, el cual está actualmente en manos de Universal Music, disquera del cantante. La empresa es la encargada de la explotación del catálogo del cantante.

“Son diferentes los contratos que firmó con la disquera como la editora musical, que cumplida las condiciones del maestro Aguilera se liberará y se reivindica a favor de Iván, quien es el heredero. Iván decidirá si se refrendan esos derechos o se mantienen exclusivos o los negocia con alguien más o no”, dijo.

De esta forma, ni los encargados de la explotación de las composiciones de Juan Gabriel, ni la familia autorizan el uso ni la modificación de la obra en la producción de Omar Suárez, que está prevista para estrenarse el próximo 20 de noviembre en el Teatro San Rafael.

“No es un tema comercial. La instrucción que yo recibo la instrucción de proteger los derechos morales”, explica el abogado.  “El tema no es personal con el señor Suárez. Es solo la condición del momento, la circunstancia y a lo mejor, el modo”.

En caso de que Omar Suárez siga adelante con su intención de estrenar la obra, la familia podrá emprender una serie de reclamos ante la autoridad. Según el albacea del testamento de Juan Gabriel, se le han dado varias muestras de buena fe al productor, pidiéndole a través de comunicados que no lo haga.

“Si se da el caso, existen ordenamientos legales. Algunos son civiles, administrativos y la posibilidad penal. Aquí, el tema no hay margen de negociación, cuando se le está pidiendo de manera previa que no lo haga. Y si se negocia sería un asunto de dinero y no es un asunto de dinero”, explicó.

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