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“Entrar a la cirugía”, dice Camila Fernández emocionada, “y ver el órgano dañado, pequeño y gris y todo lo que hacen los médicos para que cobre vida es impresionante”.

La cineasta sonríe el recordar esas jornadas en las que, junto con su colega, el cineasta Alex Reider, entraron a quirófano para tomar con cámara lo que pasaba en su interior.

“Beto (uno de los receptores) era amigo mío desde antes y entonces estaba ahí y sabía que afuera estaban sus familiares, salí y me preguntaban si había salido todo bien y pues yo no soy médico, pero estaba fascinado”, complementa Reider.

Entre los dos realizaron el documental Cadena de vida, presentado oficialmente el jueves y que fue subido casi de inmediato a la plataforma digital de Claro Video.

La producción, que requirió un año de trabajo, muestra cuatro casos de donantes y receptores renales.

Fue hecho con el fin de impulsar la cultura de la donación de órganos. La Fundación Carlos Slim, a través de su programa Héroes por la vida, empujó el trabajo fílmico.

Los datos. De acuerdo con cifras oficiales, en México existen 21 mil personas que necesitan un trasplante de órgano, pero anualmente sólo dos mil tienen acceso a ello, gracias a donantes fallecidos.

“No había una fecha exacta para la realización del documental, hubo muchos intentos antes, si un paciente tenía piedras en el riñón se echaba para atrás”, recuerda Alex.

Al final, como todos los involucrados sabían que Cadena de vida era para informar al público, ninguno se negó a participar en él.

“Sólo decíamos: ‘estamos aquí y actúa como sino hubiera cámara’, todo fue fácil”, expresa.

A la presentación del documental en el Museo Soumaya y el cual buscará ser exhibido en festivales, asistieron José Narro, secretario de salud, Vanessa Slim Domit, vocera de la campaña Héroes por la Vida, así como Marco Antonio Slim Domit y Roberto Tapia Conyer, de la Fundación Slim.

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