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Son dos segundos que la mirada de dos personajes varones se entrecruzan con un subtexto que podría indicar atracción, lo que ha creado la controversia sobre si Disney está estrenando en su versión con actores de La Bella y la Bestia (2017) a la primera situación gay.

EL UNIVERSAL estuvo presente en la conferencia de prensa internacional, donde a pregunta expresa del moderador puesto por la casa Disney, sobre la preferencia sexual del personaje de LeFou —fiel amigo del villano hedonista Gastón— contestó: “El reto desde el inicio de la película no era solamente sobre cómo transportar estos personajes animados a actores de carne y hueso, sino cómo traducirlos al 2017. Y nos preguntamos: ¿de qué trata realmente La Bella y la Bestia?, ¿hacia dónde va seguir evolucionando esta historia? Creo que es una historia sobre acercarte e ir más profundo, aceptando a la gente por lo que realmente son”.

Y mientras, el actor Josh Gad, quien da vida a LeFou, bromeaba que “saldría al baño” para no involucrarse en contestar la pregunta del moderador del panel, la respuesta de Condon ocasionó aplausos y exclamaciones de aprobación por parte de la prensa internacional y actores del panel, donde se encontraban sentados Emma Watson (Bella), Dan Stevens (Bestia), Luke Evans (Gaston) y el compositor ganador del Oscar, Alan Menken.

Condon, quien inició su carrera con el filme De dioses y monstruos (1998), donde se narraba la biografía del primer director que se declaró homosexual en Hollywood, James Whale (Frankenstein, 1931), es abiertamente gay y defensor de los derechos de la comunidad LGBT. Su adaptación de teatro al cine, como guionista del musical Chicago, así como su dirección de Kinsey y la dirección de las últimas partes de la saga de Crepúsculo, hablan de su narrativa por aplaudir la diversidad y la inclusión.

“En La Bella y la Bestia, siento seguimos abordando la tradición Disney, porque creo que estamos incluyendo a todos. Esta película es para todos y cuando voltees a ver a la pantalla, en verdad estarás viendo la presencia de todos”, enfatizó un emocionado Condon.

Y mientras ya brotan caso de censura, con el reporte de que un cine en Alabama, con dueño conservador ha dicho que no proyectará a La Bella y la Bestia, han comenzado a llegar los reportes del gobierno ruso, por revisar el contenido del filme.

Cuando en 1991 se estrenó La Bella y la Bestia, el filme animado culminó con una dedicatoria: “A Howard (Ashman), quien le dio a la Sirenita su voz y a la Bestia su alma”, habiendo muerto él de SIDA. El sentir de Condon y su equipo de artistas es también un homenaje a quienes partieron y fueron señalados, usando de pretexto una historia cuya protagonista sabe ver más allá de la portada de un libro.

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