Como si fueran Johnny Cash y June Carter, Justin Timberlake y Anna Kendrick saltan al escenario del Palacio de Festivales de Cannes con la mirada perdida. "Esto es una pesadilla...", es lo único que acierta a musitar la actriz.

Su peculiar interpretación de "True Colors" de Cindy Lauper, guitarra en ristre, los deja en buen lugar y salen con vida del trance, entre los vítores de un público mayoritariamente infantil.

"No tuvimos mucho tiempo para ensayar y los dos estamos acatarrados. Había muchas variables, pero la verdad es que salió bien", dice Timberlake en una entrevista a Efe.

"Sí, nadie murió, el suelo no se desplomó bajo nuestros pies...", ironiza Kendrick, interrumpida de repente por su compañero de reparto: "¡Y ningún barco se chocó contra un iceberg! Se puede decir que fue todo un éxito".

Los dos actores, posiblemente dos de las mejores voces que tiene el Hollywood actual, prestan sus cuerdas vocales a los protagonistas de "Trolls", la última película de animación de la factoría Dreamworks, que se inspira en los peludos muñecos del mismo nombre que conocieron su mayor gloria en las décadas de los 60 y los 70.

Han llegado a Cannes acatarrados, pero relajados. No defienden ninguna película en competición, así que su principal tarea es lidiar con la prensa y con fans como la niña que le lanzó a Timberlake un desgarrador "I love you!" durante su actuación de ayer.

"Cada vez que he tenido que cantar en directo ya como adulta he pensado que era la última vez que lo iba a hacer en mi vida. Me pongo muy nerviosa", confiesa Kendrick, que en la saga juvenil "Pitch Perfect" ya demostró sus dotes como cantante.

Paradójicamente, Timberlake, uno de los artistas que más discos ha vendido en el siglo XXI, asegura que él también se pone nervioso cuando sale a actuar, y aún más porque se trataba del Palacio de Festivales de Cannes y de una actuación "muy íntima".

El cantante repetirá actuación el sábado en Estocolmo, ante un público aún más entusiasta, el del festival de Eurovisión, donde interpretará el single de la película, la muy pegadiza "Can't Stop the Feeling".

Pese a la juventud de ambos (35 años él, 30 ella), tienen ya una larga carrera a sus espaldas, pero coinciden en que no ambicionan el "papel de sus vidas"

Para Kendrick -que se dio a conocer al gran público junto a George Clooney en "Up in the air" (2009)-, su papel de Cenicienta en "Into the woods" (2014) se acerca mucho a todo lo que haya deseado.

"Me sentiría muy codiciosa si buscase algo más que aquel papel. Significó mucho para mi, rodar esa película con aquel reparto fue algo muy grande", señala.

Timberlake, por su lado, cree que no se puede ir a una película pensando que ese será el papel de su vida, por lo que se conforma con "intentar hacer justicia" a lo que está haciendo y con ser "increíblemente apasionado" a la hora de trabajar.

"Siento que me quedan muchas películas por hacer de diferentes géneros. Espero que alguien me escuche al decirlo, porque adoro hacer cine. ¡No me puedo creer siquiera que sea un trabajo! Hay partes que son duras, pero es igual que con la música,solo siento gratitud por el hecho de que alguien me contrate", insiste.

Timberlake es un veterano en el doblaje de películas de animación ("Shrek"), pero todas cuentan con un denominador común: pertenecen a Dreamworks.

Explica el actor y cantante que todas esas colaboraciones han llegado después de una llamada de Jeffrey Katzenberg, aunque en esta ocasión es especial, porque además de poner la voz al troll protagonista en esta ocasión se ha encargado de producir la banda sonora original, que incluye cuatro canciones originales.

cvtp

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