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Guadalajara.— ¿A qué suenan los fantamas productos de la violencia? Martín Hernández, reciente nominado al Oscar por su edición de sonido en El renacido, responde:

“Tiene que sonar real, porque al final del día lo interesante es que lo que una niña ve, es tristemente una imagen de la realidad, si hay un cuerpo envuelto en una bolsa de plástico, es un cuerpo envuelto en ella”, explica.

Martín explica así el trabajo que hará en las siguientes semanas para Siempre vuelven, película dirigida por Issa López (Casi divas y Ladies’ night), actualmente en posproducción.

Tenoch Huerta (Colosio, el asesinato) e Ianis Guerrero (Nosotros los nobles), son los únicos adultos en el filme.

Hace casi una década el técnico fue responsable de crear al ser mítico de El laberinto del fauno, donde sonaba a un árbol transformado, que hacía sonidos de chivo y aparte al tener musgo, contenía sonidos de humedad.

Siempre vuelven es un thriller de terror y niños, donde infantes tienen que vivir en un clima de guerra y violencia, generador de huérfanos y en la que pretenden escapar con la imaginación. “El punto de vista de los niños, creo, da una cosa nueva; ellos ven que la violencia se presenta de muchas formas, no solamente con el narco y pandilla, sino también familiar”, abunda.

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