Cerca de 45 mil personas vieron a Avenged Sevenfold cerrar el escenario principal de la primera jornada del Knotfest con la energía a todo lo que da, encendiendo los ánimos no sólo con fuego sobre el escenario y juegos artificiales lanzados al aire, sino con potencia.

Los estadounidenses salieron veinte minutos después de lo programado, pues durante el día las presentaciones se fueron retrasando, pero eso no importó, pues M. Shadows, Synyster Gates, Zacky Vengeance, Johnny Christ y Brooks Wackerman dieron todo de sí.

"Nosotros amamos venir a México, muchas gracias por recibirnos", dijo su vocalista, que no se quitó sus lentes oscuros. "¿Están listos para irse?, ¿se quieren quedar? Vamos a tocar lo que más podamos, si ustedes están de acuerdo", agregó ante el júbilo de miles.

Aunque el repertorio inició al ritmo de "Nightmare", también sonaron "Afterlife" y "The Stage", su último sencillo en espera de su séptimo disco y con la cual terminaron el show.

La producción incluyó un castillo con pantallas ovaladas en los costados, que en ocasiones servían para mostrar imágenes de criaturas, mostrarlos a ellos o incluso convertirse en un par de puertas.

Los músicos sólo pidieron una cosa: repetir una palabra repetidamente y es fue "heil", con los puños arriba cada uno de los presentes siguió las instrucciones como previo a la interpretación de "Hail to The king", durante la cual salió para postrarse en el trono hecho con cráneos una gran calaca con una espada y una corona.

Tras su pasada visita los primeros meses de 2014 al Palacio de los Deportes, complacieron a quienes los extrañaron los últimos dos años además de confesar que nunca habían pisado la Ciudad de Toluca; por ello emocionaron con "Crimson Day", "Beast and The Harlot" y "Unholy Confessions", para irse a las 22:51 horas mientas que en el otro escenario cerró Meshuggah.

ml

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