La creación de empleos en México se ha desacelerado de manera preocupante en estos primeros meses del año.

De acuerdo con el registro de empleos formales del IMSS, en abril de 2019 se crearon 30 mil empleos, mientras que en abril del año pasado se crearon 87 mil, lo que significa que la generación de empleos se desplomó 65% en ese periodo.

El IMSS señaló que las cifras de empleo durante abril se vieron afectadas por un efecto calendario, debido a que la Semana Santa en 2019 fue en abril y en 2018 ocurrió en marzo, lo que significa que abril de este año tuvo menos días hábiles con relación al año pasado.

Sin embargo, marzo de este año tuvo más días hábiles con relación a marzo de 2018 por el mismo fenómeno y, aún así, se generaron 47% menos empleos con relación a marzo del año pasado.

Por ello, el crecimiento del empleo formal en los primeros cuatro meses de 2019 ha sido el peor cuatrimestre de los últimos 15 años, exceptuando la crisis económica global de 2009.

Además, es preocupante que los estados que perdieron empleos formales durante el primer cuatrimestre de 2019, son precisamente los más necesitados de nuevas oportunidades laborales. Por ejemplo, en Chiapas se perdieron 1.4% de los empleos y en Guerrero 1 por ciento.

En la Ciudad de México llama la atención que la construcción, uno de los sectores que más requieren de mano de obra, ha hilado una pérdida de empleos desde noviembre del año pasado. Tan sólo en los primeros tres meses de 2019 se han destruido 18 mil puestos de trabajo con relación al mismo periodo de 2018, una contracción de 6.8 por ciento.

La desaceleración de la creación de empleos es una consecuencia directa de la caída en la inversión. Recordemos que la inversión en México se contrajo en promedio anual 4.3% durante noviembre y diciembre pasados, mientras que en febrero, el último dato disponible, la inversión se volvió a contraer 2% con relación a febrero de 2018.

Por ello, no es sorpresa que nuestro país cayera ocho posiciones en el ranking de Confianza de Inversión Extranjera Directa que elabora A.T. Kearney.

Más allá de los indicadores económicos como el PIB o la inversión, lo que pega directamente al bolsillo de los mexicanos es la falta de oportunidades laborales, afectando especialmente a los que menos tienen y a la larga con consecuencias desastrosas.

Además de que se está generando menos empleo en el país, los nuevos empleos son más precarios. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, que abarca el empleo formal e informal, durante el primer trimestre de 2019 se contabilizaron 30% menos empleados que ganan 3 o más salarios mínimos con relación al mismo periodo de 2018, mientras que el número de empleados que ganan un salario mínimo o menos creció en 23 por ciento.

Independientemente de la ideología, las políticas económicas deben medirse por sus resultados, y el panorama para el empleo en México no pinta bien, por lo que se tiene que actuar rápido.

El problema del empleo debe estar en el centro del debate en México, sobretodo ante la tendencia mundial de sustituir a personas por robots, de lo contrario podemos perdernos en cosas que nos distraigan de lo importante y cuando nos demos cuenta estaremos en un bache muy difícil de salir.

En economía y política lo que importan son los resultados, todo lo demás es puro rollo.

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