Muchas horas, tinta y papel se han ocupado por temas que han surgido de las campañas presidenciales. En la opinión pública han dominado principalmente la construcción del aeropuerto internacional de la Ciudad de México, pensiones a ex presidentes, legalización de marihuana, combate a corrupción, inseguridad...

Son asuntos importantes, pero ¿qué tanto interesan a la llamada gente de a pie?, aquella que todos los días se levanta para ir a trabajar —o a buscar un empleo—, cuya relación con los temas políticos son mínimos por estar más preocupados en estirar su sueldo para dar sustento a su familia.

Y se puede ir más allá: los temas que más se comentan ¿son los que interesan a los jóvenes?

Para las elecciones del 1 de julio 40% de la lista nominal de electores está conformada por unos 35 millones de jóvenes de 18 a 34 años. De ellos, alrededor de 14 millones votarán por primera vez.

EL UNIVERSAL preguntó a 30 jóvenes destacados en su disciplina —uno por estado— su sentir sobre la política, las elecciones, los candidatos y sus necesidades. Hubo respuestas diversas, pero corrupción e inseguridad fueron los temas constantes. Sin embargo, buena parte expresó también su interés por conocer los proyectos de los distintos candidatos en cuanto a ciencia, tecnología, deporte y cultura.

El desencanto hacia partidos y política quedó manifiesto con frases como “ningún partido representa los valores e ideales de sus militantes”, “la clase política es incompetente”, “la mayoría de los candidatos carga con un pasado nada presentable”, “muchos de los problemas vienen de la política”...

Sentimiento que no se da solo entre los jóvenes, sino que prevalece en amplios sectores de la población.

¿Cómo lograr que los jóvenes en específico se interesen en las campañas? En las respuestas de los entrevistados se encuentra la ruta: que se tomen en cuenta sus talentos, que mejore la educación, acceso a mejores empleos y mayor salario.

Sin embargo, no bastará con que partidos y candidatos se acerquen más al ciudadano común y conozcan sus problemas. Se requieren soluciones viables que den resultados. Que las propuestas no queden en meras ofertas. ¿Cuántas de las promesas que se escuchan en voz de los aspirantes a un puesto de elección popular se harán realidad? Nada contribuye más con el desencanto ciudadano que ver pasar distintos gobiernos sin que la cotidianidad de millones de mexicanos mejore.

Y nada atentará más contra la sociedad democrática que tener jóvenes desilusionados de participar en la vida pública nacional.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses