A Donald Trump, presidente de Estados Unidos, no le importan los beneficios económicos que el trabajo de los migrantes latinos le reporta a su país, por lo cual son objeto de ataque siempre que le es posible. Efectivamente, los migrantes son un sector vulnerable de la población del país vecino, dada la discriminación racial y laboral hacia ellos.

Debe entenderse que las políticas migratorias del gobierno de Trump se inscriben ya en la lógica electoral en la que el presidente buscaría ser reelegido en noviembre de 2020. Sin embargo, estas iniciativas nacen de un genuino sentimiento antiinmigrante del presidente norteamericano.

Es así que los migrantes en aquel país resultarán afectados una vez más por el endurecimiento del discurso del mandatario, quien amenazó recientemente con llevar a cabo redadas y deportaciones en contra de los migrantes latinos. Esta nueva afrenta hacia un fenómeno social tan importante como el migratorio, debe ser considerado por las autoridades mexicanas, debido a las implicaciones políticas y sociales que esta medida, de llevarse a cabo, tendrá en nuestro país.

Ante el anuncio hecho por Trump, las autoridades de todos los niveles deberán prepararse para la posibilidad de recibir a miles de mexicanos de vuelta. ¿Qué pasará en las comunidades que vean regresar a las decenas o cientos de personas que salieron del país en busca de oportunidades y fueron devueltos por el gobierno de Trump?

Debe tomarse en cuenta que, si bien entre muchos de los migrantes que retornan hay gente preparada, cierto es que también regresarán connacionales que desafortunadamente han violentado las leyes estadounidenses, puesto que Trump ha indicado que su prioridad en la deportación masiva serán aquellas personas que cuenten con antecedentes penales.

Ante la falta de oportunidades que prevalece en nuestro país, las personas con antecedentes penales podrían optar por delinquir en suelo mexicano, dado que en el proceso de reinserción social pocas veces cuentan con el debido apoyo y acompañamiento. ¿México tiene una estrategia al respecto? ¿Hay algún protocolo para captar, recibir y acompañar a los compatriotas que regresarán? ¿Cómo afrontar la desaparición de familias? Las autoridades migratorias y de seguridad deberán elaborar registros de la gente que retorna al país, saber a qué se dedicaban en el territorio norteamericano y qué hacen para ganarse el sustento una vez ya en México.

Los mexicanos que son deportados de Estados Unidos deben tratarse de forma humana en su proceso particular, sin embargo también es deber del Estado cuidar la seguridad de todos cuando algunos individuos reiteradamente violentan las leyes y la convivencia social. Es momento de actuar antes de que se lleve a cabo esta iniciativa.

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