Brasilia.— Jesús Ramírez tiene la convicción de seguir a la Selección Mexicana Olímpica a donde quiera que vaya. Una aventura que le cuesta al menos 74 mil pesos y su mochila al hombro.

Llega a Brasil en la clásica “bolita” de amigos. Es joven y se le nota la despreocupación digna de un veinteañero que puede darse el lujo de gastar su dinero en acompañar a un equipo contendiente a la medalla de oro.

“Soy comerciante del Centro histórico. Me costó 4 mil dólares venir acá”, revela.

Su tour incluye visitar Río para ver el resto de las competencias. Natación, basquetbol y futbol están en su agenda. Poco le importa tener que moverse de sede.

“Vamos a estar siguiendo a México, regresamos a Río, luego vamos Brasilia para estar en los tres partidos de rigor. Ya después veremos”.

El joven afirma que un pase para entrar a los estadios a ver al Tricolor le llegó a costar 300 reales, más de mil 700 pesos.

Ver a a la Selección Nacional siempre implica que haya mexicanos atrás. Hay que ahorrar, romper el cochinito y gastarse al menos 74 mil pesos. 

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