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Sobrevivir en el día a día ha convertido a Maryvale, Arizona en un poblado difícil de presumir. Pero mañana, la localidad que se encuentra en el cinturón de Phoenix podría brillar si Henry Cejudo se convierte en el nuevo campeón mundial de la UFC.

Con la medalla de oro que consiguió en lucha grecorromana en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Cejudo se encargó de poner a Maryvale en el mapa y demostrar que, contrario a lo que su rival Demetrious Johnson piensa, él no es uno más de la lista de peleadores que lo han retado por el fajín mosca.

“Yo no soy uno más, nunca lo he sido. Desde niño mi madre me dijo que yo podía ser lo que quisiera y siempre me propuse ser lo mejor. Así logré la medalla de oro y así voy a convertirme en campeón de la UFC”, declaró Henry Cejudo.

El peleador de origen mexicano logró sobresalir entre una población en la que si no se cae, se resbala, como sucedió con su padre, quien tuvo problemas con la ley y fue preso a causa de las drogas.

“Me dicen ‘El Mensajero’ porque me encargo de platicar con los jóvenes y orientarlos hacia el buen camino. Cuando uno no tiene rumbo es muy fácil caer en cualquier situación problemática, pero soy un líder, alguien que aprovecha también los reflectores de la UFC para compartir el mensaje de que sí se puede con lo que sea”, compartió Henry.

Demetrious Johnson no sólo es el actual campeón mosca de la empresa más importante de artes marciales mixtas, también es un coleccionista de triunfos en los que ha ligado siete defensas exitosas, que incluyen cuatro que finalizó antes de los cinco rounds reglamentarios.

El estadounidense anhela superar las 10 ocasiones en las que Anderson Silva salió avante en peleas en las que puso en juego su título. Sin embargo, Cejudo quiere obtener el cinturón en su primera oportunidad mandatoria que se celebrará mañana dentro de la cartelera de UFC 197 en Las Vegas.

“Nadie dijo que fuera fácil, Johnson es el campeón y si ha salido ganador en todas sus defensas es por algo. Pero yo estoy seguro que soy mucho mejor que los otros, entonces estoy confiado en mis cualidades para ser campeón”, comentó Cejudo, quien después de Beijing 2008 ingresó a la universidad, donde se graduó en teología.

Será la quinta pelea que el mexicano nacido en Estados Unidos tenga dentro de la UFC y la sexta en artes marciales mixtas. Cejudo no conoce la derrota, pero no ha noqueado desde que entró a la empresa más importante de MMA.

“A lo mejor a muchos les ha parecido que no he brillado, pero yo siento que he tenido un crecimiento dentro de la UFC y lo voy a demostrar en mi próximo combate”.

Cuatrocientos kilómetros separan Las Vegas de Maryvale, distancia que se queda corta comparada con lo que Henry ha tenido que recorrer para cumplir su sueño de ser campeón de la UFC y mantener su propósito de compartir su mensaje con las próximas generaciones.

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