Foxborough, Massachusetts.— Tom Brady pasó de ser un jugador seleccionado en sexta ronda del draft a uno de los mejores quarterbacks en la historia. Fuera del terreno de juego, es una celebridad con una esposa supermodelo y lucrativos contratos de publicidad. Todo eso ha convertido a la superestrella de los Patriots de Nueva Inglaterra en objeto de admiración y respeto ante algunos, celos y animosidad ante otros.

Hoy, el comisionado de la NFL Roger Goodell atenderá la apelación de Brady a la suspensión de cuatro partidos por haber usado balones con menos aire de lo que establece la liga durante el partido por el campeonato de la Conferencia Americana.

Es poco probable que la decisión de Goodell altere mucho la imagen de un jugador que ha ganado el Super Bowl cuatro veces —imagen que ha mejorado a lo largo de una estelar carrera de 15 temporadas en la NFL, pero manchada en un partido en el que usó balones desinflados, muy probablemente a sabiendas.

“Es un tipo sobre el que he dicho desde hace mucho tiempo que es el mejor en este negocio”, comentó el quarterback Ben Roethslisberger, de los Steelers, y quien enfrentará a los Patriots en el primer partido de la temporada regular el 10 de septiembre, cuando entre en vigor la suspensión de Brady. “Le guardo mucho respeto en el campo”.

El entrenador en jefe de Búfalo, Rex Ryan, por mucho tiempo uno de sus rivales, negó que el legado de Brady esté manchado.

“Sólo sé el tipo de quarterback que es y qué significa él para mí personalmente”, declaró Ryan, sonriendo y suspirando sobre el éxito que Brady ha tenido en su contra cuando él era entrenador de los Jets de Nueva York. “Sólo siento respeto por él”.

Las compañías que la estrella de 37 años ha representado en anuncios —la vestimenta deportiva Under Armour, el calzado deportivo UGG, los relojes Movado— no lo han abandonado y su afición tampoco.

Apenas en mayo, los aficionados llevaron a cabo un acto a favor de Brady en un estacionamiento afuera del Gillette Stadium.

Quienes apoyan a otros equipos de la NFL quizá no lo respaldan tanto.

“A la gente le gustaría saber: ¿lo hizo o no?”, dijo Marc Ganis, presidente de la firma de asesoría de negocios deportivos SportsCorp. “Si la respuesta es no, entonces absuélvanlo. En caso contrario, castíguenlo”.

El reporte presentado el 6 de mayo por el investigador del caso de los balones desinflados, Ted Wells, señala que es “más que probable” que Brady “al menos tenía una idea” de los planes de dos empleados del equipo de desinflar los balones a su gusto, por debajo del límite mínimo permitido.

Pero un reporte de 16 páginas publicado apenas por el American Enterprise Institute, un grupo de expertos de tendencia conservadora, dijo que “las conclusiones del reporte son probablemente incorrectas”. Goodell llegará hoy a sus propias conclusiones.

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