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En esta ocasión no fue Chile, Alemania o Portugal. Jamaica complicó el andar de la Selección Nacional por la pobreza en su futbol. Y todo viene desde la banca, desde el palco en esta ocasión, luego de que las ideas de Juan Carlos Osorio están más revueltas que nunca.

Este equipo se mostró sin idea y eso fue frustrante para todos en el estadio. Osorio debe darse cuenta de que algo en su metodología no funciona, de no hacerlo, está condenado a otro fracaso, ahora ante rivales de mucho menor calidad que los que le exhibieron en la Copa Confederaciones.

Un primer tiempo espantoso que escenifica a la perfección la pobreza de la zona de Concacaf y el espejismo que es dominarla. Jamaica no fue a jugar futbol a Denver simplemente porque no saben hacerlo, porque eso de amontonar futbolistas dotados físicamente, aunque es legal, está muy lejano de que hayan aprendido de este deporte.

Cinco cambios de Osorio con relación al partido anterior ante El Salvador, y aunque ya puso a Elías Hernández en su lugar, otra vez desperdició el talento de Rodolfo Pizarro, que aún parece no llegar a la Copa de Oro.

Pelotazos, fallas, nula ambición, un partido que si bien el equipo mexicano intentó presionar la portería de Andre Blake, siempre lo hizo incorrectamente. Terrible espectáculo para una afición que debería considerar aquello de ser incondicional a un equipo que no tiene la capacidad de generar el futbol necesario para al menos acercarse a la portería rival.

Tres disparos a gol de México en todo el partido. Así de pobre fue el andar de este equipo en un partido en el que debían mostrarse superiores, en la teoría de su entrenador, que de nueva cuenta ha quedado rebasado por la realidad.

Es en momentos como el de ayer, en los que la autocrítica debería llegar. Ser honestos y reconocer que algo falló desde la planeación del juego, ante un rival que claramente se echaría para atrás todo el partido.

México fue incapaz de abrir la defensa de Jamaica y de abrir su mente a algo mejor de lo que mostraron en la cancha del Sports Authority Field. Los caribeños no dispararon una sola ocasión a la portería mexicana. Entonces, ¿por qué se les complicó tanto? Todo tiene que ver con el planteamiento y tampoco se necesita ser un genio del futbol para saber que este equipo no tiene juego en conjunto.

La Selección Nacional estará en la siguiente ronda de esta Copa Oro porque un empate —aunque suene tan ridículo como el resultado de ayer—, frente a Curazao, los deja firmes en cuartos de final, en donde comenzará el verdadero sufrimiento, cuando llegue la etapa de eliminación directa.

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