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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Si de algo presume Francisco Jémez, técnico de Cruz Azul, es que su equipo domina, que tiene más tiempo el balón que el rival, que dispara más a la portería que su contrario.
Pero no lo hace efectivo.
Es verdad, el español no miente, La Máquina es una total ametralladora en contra de los contrarios, el problema es que no sabe matar, tiene una pésima puntería.
En los 13 juegos que se han celebrado, los Cementeros han tirado 267 veces, pero sólo ha marcado 10 goles.
En pocas palabras, Cruz Azul anota un gol cada 26.7 disparos.
“Es algo incomprensible, algo que nunca me había sucedido antes en mi carrera”, ha manifestado Jémez, hundido en un discurso de confrontación, en lugar de aceptación. “No sé otra forma de sacar adelante esto que trabajar y seguir bajo la misma línea, no voy a cambiar mi forma de jugar, y si así lo quieren, que traigan a otros técnicos”, ha sentenciado.
Mas el problema no sólo está adelante, también atrás.
A La Máquina, otra vez dándole razón al español, le llegan muy poco. Apenas le han tirado 98 ocasiones a su portería.
El problema es que ha aceptado 14 tantos. O sea, en cada siete tiros le hacen un gol.
La diferencia de goles es de menos 4, y así ningún equipo puede aspirar clasificar a la Liguilla.
Esta noche contra el líder Toluca, Cruz Azul se juega su última carta, sólo ganar le sirve, aunque con su porcentaje de acierto-error, esto se ve más que imposible.
