Zurich.— La Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) decidió dar un paso que puede ser trascendental en el futuro de la Copa del Mundo, al aumentar el número de participantes de 32 a 48 equipos a partir de 2026, con lo que espera obtener más dinero y extender el impacto del balompié en el orbe.

Como se esperaba, el aumento de plazas quedó sellado por unanimidad en la reunión del Consejo del ente rector que se celebró en la sede del organismo, ante la expectativa en todo el planeta.

El formato de competición dividirá a los participantes en 16 grupos de tres miembros cada uno. Los dos primeros de cada zona avanzarán a dieciseisavos de final, lo que supone que habrá una ronda más de nocaut, respecto del modelo actual, donde los 32 equipos se dividen en ocho sectores de cuatro y los dos primeros pasan a octavos.

El camino hasta el título implicará entonces, al igual que hasta ahora, siete partidos. El total de encuentros se incrementará de 64 a 80, pero la duración del torneo se mantendrá en no más de 32 días.

Más partidos supondrá, además, según los cálculos internos de la FIFA, un incremento millonario en los ingresos por derechos, lo que permitiría al presidente Gianni Infantino cumplir con su otra gran promesa electoral: aumentar el reparto del dinero entre las 209 federaciones miembro.

“Hemos llegado a un torneo que trae beneficios, sin nada negativo”, señaló el suizo, cuya idea original antes de ser elegido presidente —hace un año— era ampliar el torneo a 40 equipos, con un formato que hubiera implicado jugar ocho encuentros para ser campeón.

“Pero hemos salido con una propuesta mejor, que no sólo reduce el número de partidos, sino que amplía los países que participan en la Copa del Mundo”, dijo el dirigente. “Esto es el futuro, el futbol va más allá de Europa y Sudamérica, es global. Esto ayuda a desarrollar el futbol. La fiebre por el futbol que tienes en un país que clasifica para la Copa del Mundo es la mejor promoción. Y si no te clasificas es un desastre”, señaló Infantino.

La organización anticorrupción Transparencia Internacional advirtió de la mayores dificultades de organización que el torneo implicará para los países que quieran ser sede. “Los anfitriones no ganarán necesariamente más dinero. Bajo ciertas circunstancias, tendrán que gastar más”, dijo la responsable de deporte, Sylvia Schenk.

El punto que quedó abierto —y por el que probablemente habrá una dura batalla interna en los próximos meses— es el reparto de las nuevas plazas entre las confederaciones continentales.

Africanos, asiáticos, norte y centroamericanos, son quienes reclaman desde hace tiempo una mayor parte del pastel mundialista, pero Europa y Sudamérica, las dos regiones deportivamente más potentes —con los ocho campeones mundiales—, pelearán también.

“La UEFA está satisfecha con haber logrado que la decisión final sobre los cupos se pospusiera”, admitió la organización europea en un comunicado. Actualmente, la UEFA es la que más plazas tiene, con 13, seguida por África (cinco), Asia y Sudamérica (cuatro y medio cada uno), la región de Norte, Centroamérica y el Caribe (tres y medio), mientras que Oceanía sólo medio. A eso se agrega el país anfitrión, para dar el número de 32.

Infantino, quien era secretario general del ente europeo, tendrá que buscar un equilibrio para contentar a todos los que le apoyaron en la elección presidencial. África, que con 50 países (y por tanto 50 votos) se queja desde hace años, podría ser el más beneficiado.

No es la primera vez que se amplía el Mundial. La edición inaugural, en 1930 en Uruguay, la jugaron 13 equipos. En ediciones posteriores subió hasta 16. En España 1982 se pasó de 16 a 24 selecciones, mientras que en Francia 1998 se saltó a las 32 actuales, formato con el que aún se disputarán los torneos de Rusia 2018 y Qatar 2022.

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